Elaboré este texto en término figurativo para dar una idea de lo que estamos hablando cuando nos oponemos a la ley del aborto.
"Buenos días. Me presento: soy un bebé de 14 semanas. Como ven en mi foto, ya he adquirido la forma del cuerpo de un bebé a término, pero de un tamaño menor. Mi principal actividad desde este momento hasta el nacimiento será crecer e incrementar mi tamaño.
Si bien a mi mamita todavía no le ‘salió la pancita’, estoy totalmente formado, con una apariencia humana inconfundible, y juego y me muevo dentro de ella, aunque todavía no siente mis movimientos y pataditas. ¡Estoy lleno de vida! Duermo, despierto y ejercito mis músculos; volteo mi cabeza, doblo los dedos de los pies, abro y cierro la boca, y a veces, me chupo el pulgar. ¡Todo parece indicar que voy a ser el niño más feliz del mundo!

Mido 12 centímetros aproximadamente. Peso unos 30 gramos. Tengo todos los órganos formados, los pliegues de la mano, los riñones se encuentran funcionando, y pueden verse los primeros gestos en mi rostro, ya que los músculos de mi cara se están desarrollando. Me preparo para succionar chupándome el dedo, y así me podré alimentar con la leche de mi mamá.
Mis rasgos faciales ya están perfectamente definidos, y mis ojos y orejas ya se encuentran en su ubicación final. También han aparecido las cejas y mis primeros cabellos. Mis huellas digitales únicas son ya evidentes y nunca se modificarán.
Mi sistema nervioso central, que incluye el cerebro y la médula, ya tiene sus componentes básicos y las conexiones entre las células nerviosas individuales se vuelven más organizadas. ‘Respiro’ líquido amniótico porque contribuye a desarrollar mi sistema respiratorio. Mi vejiga se llena y se vacía cada 30 minutos, pues trago líquido amniótico, el cual se filtra mediante los riñones y luego lo libero en forma de orina.
Mi corazón es el primer órgano que se formó y late desde el día 21 luego de mi concepción. Con este corazón amaré mucho a mi mamita y espero ansioso el día mi nacimiento para poder besarla y abrazarla.
¡Pero estoy muy triste ahora! El proyecto de ley de aborto ‘legal, seguro y gratuito’ busca destruir la vida de los niños no nacidos hasta la semana 14, como yo, sumando más muertes a los 150 mil abortos que se realizan por día en el mundo. Para estas víctimas inocentes e indefensas no hubo ni habrá velorio ni entierro digno, pues su destino es el tacho de basura de un hospital para ser posteriormente incinerados. O lo que es peor, serán vendidos a fábricas de cosméticos que utilizan tejidos fetales o a laboratorios para investigaciones con las células fetales.
Frente a esta tragedia única en la historia, hay legisladores que miran hacia otro lado y, fundamentándose en mentiras y supuestos derechos, en discursos emocionales y aparentes finalidades sanitarias, intentan por todos los medios liberalizar el aborto en nuestro país.
¡Por favor, díganles a todos, que los niños no se matan! ¡Que nos den la oportunidad de nacer, como la tuvieron ellos! ¡Déjennos nacer! ¡No existe el derecho a matar; existe el derecho a vivir! ¡Defiendan nuestro derecho a vivir!".
Por Ricardo Sánchez Recio – Lic. en Bioquímica. Orientador familiar. Profesor Qca.
