Amarga sorpresa se llevó una pareja de trabajadores en la noche de este domingo: mientras atendían su carro bar en la plaza departamental de 9 de Julio, delincuentes les saquearon la casa que les prestan desde hace 6 años, situada en una finca de calle Bilbao, cerca del límite con el río San Juan.
Los ladrones se alzaron con un televisor 42", un celular, $23.000 que tenían ahorrados para pagar la primera cuota de un auto 0 km, ropa (incluso varias prendas sin estrenar que habían comprado para su bebé en camino), bijouterie y otras cosas más que ayer trataban de detectar, mientras acomodaban el desastre que les habían dejado los malvivientes.
También los dejaron sin poder hacer sus trabajos en repostería, pues les llevaron dos elementos indispensables: una batidora y una balanza, además de mercadería.
Los damnificados fueron Diego Correa (35) y su mujer Yanet Núñez (24), embarazada de 4 meses. Allí también vive un hermano de ella, Ariel (31), quien todas las noches los ayuda con la venta de panchos y hamburguesas.
Los tres salieron a eso de las 20, como lo hacen de lunes a lunes, para atender su carro "El Ángel".
Nunca se les cruzó por la cabeza que al regreso, sobre las 0.30 de ayer, iban a encontrarse con la casa toda revuelta.
Los delincuentes (Criminalística detectó huellas de al menos dos sujetos) arrancaron las rejas de la ventana de una habitación y por allí se colaron. Los cuatro perros que tiene la familia no fueron un impedimento y eso desconcertaba a las víctimas.
Una vez adentro revisaron minuciosamente todos los sectores, al punto que cuando los moradores llegaron se encontraron con todos los cajones de los roperos sacados y dados vuelta en el piso. El dinero estaba sumamente oculto en una caja con esmaltes que estaba adentro de otra, pero igual lo descubrieron.
"Da mucha bronca", dijo Correa.