
El 16 de junio de 2007 se jugó un partido muy polémico entre San Martín y Huracán por la vuelta de la final del ascenso directo a la Primera División. La ida fue con triunfo por 1 a 0 para los de Parque Patricios y en el definitivo, el verdinegro ganó 3 a 1 con un gol en el minuto 53. Fue el último que dirigió el “Sargento” Giménez, el árbitro de ese partido.
Si bien habló varias veces tras ese choque, Giménez por primera vez dio a entender que hubo arreglo, aunque negó estar involucrado. “Me sentí defraudado. Pocos saben que yo rescindí mi contrato. Yo tenía para continuar un año mas y después de ese partido me quisieron aplicar una sanción disciplinaria con la que yo no estaba de acuerdo y no la acepté, por eso tomé la decisión de rescindir, estaban siendo injustos conmigo”, comenzó en diálogo con Radio Mitre
“Fue un arbitraje para muchos polémico y para otros excelente. Lo que quedó remarcado fueron los 8 minutos adicionales, pero hubo 6 cambios y cada 7 u 8 minutos un jugador de Huracán se tiraba acalambrado, contracturado. Yo a cada uno le decía voy a recuperar tiempo y así fue. Se equivocaron en mi nombramiento para ese partido si había algunos artilugios o algunas trampas, cosa en la que no me hubiera prendido bajo ningún concepto”, agregó tras una década fuera de las canchas.
Con el trascurso de la charla, Giménez se fue distendiendo y no tardó en prender el ventilador. “Descubrí en el vestuario que me habían vendido cuando el de relaciones públicas de San Martín me dio una camiseta que iba a retirar Pepe Aguilera (integrante del SADRA) por el hotel” , comenzó. Al ser consultado sobre si con el tiempo pudo saber a quiénes le vendieron el encuentro, fue contundente: “Supongo que a San Martín de San Juan. Este fútbol tramposo y ventajero es el fiel reflejo de cómo vivimos. A Marconi (secretario general del SADRA) se lo conté con lujo de detalles, estaba al tanto de todo”, afirmó
“Yo quisiera que vean el partido y me digan en qué me equivoqué. No tengo por qué pedirle perdón a nadie, estoy muy tranquilo con mi conciencia. Yo hablé con Miadosqui y le dije que podían ganar, prender, empatar o perder, que yo no tenía nada que ver con los arreglos que pudieron haber hecho en mi nombre. Me gustaría que alguna vez le pregunte al presidente de San Martín de esto que estamos hablando. Dirigí ese partido estando vendido, sin estar enterado”, concluyó.
