Brian Castaño volvió a dar todo lo que tenía, pero su sueño de consumar una epopeya se desvaneció en un puñado de segundos en el contexto de una pelea que poco a poco mostraba su peor cara y la mejor de Jermell Charlo.
Finalmente el estadounidense ganó por nocaut en el décimo asalto y se quedó con las cuatro coronas de la categoría, quitándole el invicto al argentino.
Fue Charlo, desde la primera campana, el que ofreció una versión diferente de aquella de la pelea de 2021 y sin embargo mucho debió bregar para imponerse. Castaño, a su vez, pese a tropezar a un Charlo mejor entrenado, más enfocado, más suelto y más picante, se las compuso para hacer una primera mitad de alto rango.
En su ley de centro del ring hacia las sogas, presionando sobre su rival, el "Boxi" forzó a Charlo a intercambiar golpes y a extraer de su caja de herramientas lo más lucido de su defensa.
En esos asaltos, desde el comienzo mismo hasta el sexto, por lo menos, el combate cobró ribetes espectaculares. Después, cómodo en su alternancia de jabeador cargoso, de contragolpeador furtivo y de bombardero latente, Charlo aprobó el examen más difícil: ir de más a más.
Y Castaño fundió bielas. Lástima que ni su enorme corazón ni su alma de guerrero cabal resultaron suficientes para impedir el demoledor gancho zurdo de Charlo y el inmediato nocaut.