El proceso que derivará en la construcción del acueducto Gran San Juan cumplirá un paso clave de cara a su concreción. OSSE licitará sobre el 30 de este mes la adquisición de la cañería que falta para completar el recorrido de la megaobra que arrancará desde el dique Punta Negra. Se trata de 50 kilómetros de caños y el presupuesto oficial supera por poco los 1.320 millones de pesos. Una parte importante de los fondos será del crédito kuwaití de 50 millones de dólares, es decir, 790 millones de pesos, según la cotización actual. El resto lo financiará la provincia, aunque en el Gobierno siguen haciendo gestiones para ver si existe la posibilidad de conseguir otro préstamo internacional barato, según explicó Sergio Ruiz, titular de la empresa estatal.
La repartición ya cuenta con casi 15 kilómetros de caños de acero inoxidable que entregó la empresa Eduardo Jaime y otros 13 kilómetros de tubos que proveerá la firma Krah. A esos se le sumarán los nuevos 50 kilómetros de cañerías de polietileno de alta densidad que deberá suministrar la compañía que resulte ganadora de la licitación, la cual será nacional y que también será publicada en Kuwait. Ruiz calculó que a fines de junio se estará adjudicando y el proceso de provisión comenzará a mediados de julio, el cual tendrá un plazo de 26 meses.
Paralelamente, el titular de OSSE señaló que no más allá del mes que viene se hará el llamado a licitación de la obra civil, la cual consiste en la instalación de las cañerías y la construcción de la planta potabilizadora al pie del dique Punta Negra (Ver recuadro). Sobre esta fase, la adjudicación sería en agosto para que en noviembre arranquen los trabajos, presupuestados en 1.170 millones de pesos. El plazo de ejecución es de cuatro años, por lo que los 50 kilómetros de caños se irán entregando a medida que avancen las tareas de colocación.
La obra es clave porque apunta a garantizar el suministro de agua potable que demandará la provincia dentro de unos 50 años. La gestión uñaquista modificó la iniciativa original, que data de 2013 y que llevaba el nombre de acueducto Gran Tulum, y se inclinó por el nuevo plan debido a que a través de acueductos menores se llegará a zonas que antes no estaban contempladas, como Ullum, Zonda, La Bebida y Marquesado, en Rivadavia, más áreas de Rawson y Pocito (Ver infografía). La modificación también se dio en el marco de los reclamos que venían realizando los vecinos zondinos, dado que el proyecto original contemplaba la extracción de las aguas subterráneas de Zonda. Los mismos sostenían que la reserva de agua dulce se iba a terminar secando si se extraía para ese fin, debido a que se quedó sin su principal fuente de recarga por la construcción de un canal impermeabilizado que se hizo del río San Juan en la zona del dique Punta Negra. El otro argumento que esgrimían era que las aguas subterráneas se han visto afectadas por los pozos negros del departamento. Para sanear la zona, el Gobierno también instalará una red cloacal.
Tras los cambios y el apoyo de Nación, la administración uñaquista avanzó con el plan y ya maneja las fechas para licitar los pasos clave de la megaobra.
Una nueva gran planta potabilizadora
Luego de que en 1958 se inaugurara la planta de agua potable de Marquesado, en la provincia se construirá otra de igual dimensión para duplicar el abastecimiento y atender a la demanda que habrá dentro de 50 años. La misma estará ubicada al pie del dique Punta Negra, ya que será necesaria para eliminar los restos de sedimentos y que el líquido sea apto para el consumo.
Edgardo Guerci, secretario del Agua, había destacado que se tratará de una obra “compleja”, ya que tendrá “mucha electromecánica, mucha parte de válvulas y hay que hacer excavaciones muy profundas con mucho hormigón”. El funcionario además había indicado que la planta de Punta Negra tendrá una capacidad de 2,5 metros cúbicos por segundo, igual que la de Marquesado.
Debido a esa obra de magnitud, el costo de esa fase, que además contempla la instalación de las cañerías, es de 1.170 millones de pesos. En este caso, los fondos serán aportados por la administración macrista, en el marco del convenio firmado con la provincia para obras de saneamiento y agua potable. Bajo ese plan, la gestión uñaquista ha conseguido fondos millonarios para cloacas inclusive.