Casi una década pasó desde que vio la luz la tercera peli, la segunda secuela de la saga. Y puede que no sea toda una vida, pero sí muchos años para aquellos pequeños que se quedaron esperándola, cuando el final daba claras pistas de que habría otra más. Larga fue la espera para aquellos niños, hoy adolescentes (o al menos pre) y para los adultos que disfrutaron de la historia de juguetes más entrañable y taquillera de la gran pantalla; sin embargo la esperanza de ese "continuará" siempre se mantuvo encendida, desde que el joven Andy le regala sus amados juguetes a la pequeña Bonnie, a quien se los presenta, uno por uno. "Alguien me dijo que te encantan los juguetes. Estos son míos, pero no voy a estar aquí. Estoy buscando a alguien especial que juegue con ellos", le dice, haciendo que en las butacas más de uno aguante el lagrimón. De ese amor "hasta el infinito y más allá" de los fans de Toy Story sabía muy bien Disney-Pixar, que ¡por fin! puso punto a la espera: hoy, en estreno nacional, llega Toy Story 4. Es un jueves de fiesta para los seguidores, que disfrutarán de la aventura que comienza cuando Bonnie lleva a todos sus nuevos y viejos juguetes a una excursión familiar. En la carretera, Woody termina en un inesperado desvío y reencuentro con su vieja amiga Bo Peep, una pastorcita aventurera de porcelana que ha vivido por su cuenta durante años. Ambos notan que se convirtieron en seres muy diferentes, pero pronto descubrirán que esa es la menor de sus preocupaciones. Woody tiene bien claro que su prioridad es cuidar a su niño, ya sea Andy o Bonnie, y eso bastante tendrá que ver con Forky, una "manualidad" de Boonie que no se considera juguete, sino basura.
Sí, la gran odisea trae varios nuevos personaje (la muñeca Gabby Gabby, los peluches Ducky y Bunny, la ochentosa Giggle McDimples, etc.), y transitará también nuevos escenarios. "Hemos llevado a los juguetes a lugares donde nunca antes han estado, lugares que tienen sus propios juguetes, que presentan nuevos obstáculos", adelantó el director Josh Cooley, haciendo referencia a la tienda de antigüedades o a la feria de atracciones, por donde también se desplaza esta historia que -una de cal, una de arena- tiene un costado menos feliz: ahora sí, es final de saga; anunciaron. ¿Será? Algunos se resisten a creerlo.
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