Una lástima la derrota. Es que, en la previa, todo pintaba para una noche inolvidable. La gente asistió al estadio de Concepción de manera masiva y alentó siempre al equipo Verdinegro. Los goles del “Morro” García fueron puñales al corazón pero el descuento de Villarroel volvió a encender la ilusión. Al final al equipo local no le alcanzó pero la gente lo despidió a pleno aplauso.
La noche empezó a full. Si hasta cuando los jugadores Verdinegros se retiraron al vestuario tras el calentamiento, fueron ovacionados. Siempre llamó la atención las linternas de los celulares, que le daban un marco increíble a las tribunas. Y, cuando entró San Martín, aparecieron los papelitos y los globos verdes y negros.
Indudablemente el operativo de seguridad (que incluyó a casi 800 efectivos de la Policía de San Juan) cumplió con su trabajo. Quedó evidenciado que en San juan se puede jugar un clásico de esta magnitud en horario nocturno. Los hinchas sólo reaccionaron mal (haciendo explotar bombas de estruendo) cuando el árbitro Germán Delfino marcó el penal para la visita y, después, cuando el partido terminó.
Pero ambas situaciones fueron controladas.
En las afueras del estadio la situación fue similar. Todo bien vallado y controlado por los policías. Una noche de clásico que sólo tuvo un punto negativo: La derrota.