Falleció Brian Dennehy, el fornido actor que comenzó interpretando a tipos rudos en el cine y más tarde recibió aplausos por su trabajo en el teatro en obras de William Shakespeare, Anton Chekhov, Eugene O’Neill y Arthur Miller. Tenía 81 años.
Dennehy murió el miércoles por la noche de causas naturales en New Haven, Connecticut, según Kate Cafaro de ICM Partners, la agencia de representación del actor.
Conocido por su contextura maciza, su voz estruendosa y su capacidad de interpretar a tipos buenos y malos con igual aplomo, Dennehy ganó dos premios Tony, un Globo de Oro y fue nominado a seis premios Emmy. En 2010 fue incorporado al Salón de la Fama del Teatro Estadounidense.
Personalidades de Hollywood y Broadway lo recordaron el jueves, incluido Lin-Manuel Miranda, quien dijo que vio a Dennehy dos veces en el escenario y lo calificó “un coloso”.
El actor Michael McKean dijo que Dennehy era “brillante y versátil, un actor potente y un hombre muy agradable también”. Dana Delany, quien apareció en una película con él, dijo que “ya no los hacen así”.
Entre sus cerca de 40 películas, Dennehy dio vida a un alguacil que encarceló a Rambo en First Blood (Rambo), a un asesino en serie en To Catch a Killer (Atrapar a un asesino) y a un sheriff corrupto matado a tiros por Kevin Kline en Silverado. También tuvo papeles benignos como el camarero que consuela a Dudley Moore en 10 (10 – La mujer perfecta) o el sensato líder de extraterrestres en Cocoon y su secuela.
Otro de sus papeles memorables fue el protagónico de El vientre de un arquitecto, de Peter Greenaway.
Con el tiempo se cansó de la vida en los estudios. “Las películas solían ser divertidas”, dijo en una entrevista. “Cuidaban de vos, primera clase. Esos días se acabaron”, añadió.
Dennehy tuvo una fuerte conexión con el Teatro Goodman de Chicago, conocido por sus dramas fuertes.
Apareció en Galileo de Bertolt Brecht en 1986 y luego en Cherry Orchard de Chekhov por un salario mucho menor al que percibía en Hollywood.
En 1990 hizo el papel de Hickey en The Iceman Cometh de Eugene O’Neill, una obra que repitió en el Teatro Goodman con Nathan Lane en 2012 y en Brooklyn en 2013.
En 1998 apareció en Broadway en el clásico papel de Willy Loman, el estafador agotado en Death of a Salesman (Muerte de un viajante) de Miller, y ganó el premio Tony por su actuación.
En 2003 recibió otro Tony, por su papel en Long Day’s Journey into Night de O’Neill. En el podio, tras agradecerle a su familia, compañeros de reparto y productores y elogiar a sus contrincantes, dijo que “las palabras de Eugene O’Neill tienen que escucharse… Y les agradezco enormemente por haberme dado la oportunidad de enunciarlas”.
Dennehy nació el 9 de julio de 1938 en Bridgeport, Connecticut, el mayor de tres hermanos. Comenzó a actuar a los 14 años en Nueva York mientras estudiaba en una escuela secundaria en Brooklyn. Protagonizó una puesta de Macbeth, jugó fútbol americano con una beca en la Universidad de Columbia, y luego pasó cinco años en la Marina.
De regreso en Nueva York en 1965, buscó trabajo como actor mientras realizaba otros oficios de lado. “Aprendí de primera mano cómo vive un camionero, lo que hace un camarero, lo que piensa un vendedor”, dijo al New York Times en 1989. “Tenía que ganarme la vida en esos trabajos, no sólo fingir”.
Sus padres _ Ed Dennehy, un editor para The Associated Press en Nueva York, y Hannah Dennehy, una enfermera _ nunca pudieron entender por qué su hijo eligió ser actor. “Cualquiera en una familia inmigrante de primera o segunda generación sabe que se espera que avances con el balón en el campo de juego’”, dijo Dennehy a la publicación Columbia College Today en 1999. `”Actuar no calificaba de ninguna manera’”.
Dennehy, con 1,90 metros de estatura, se fue a Hollywood para su primera película, Semi-Tough, protagonizada por Burt Reynolds y Kris Kristofferson. Le pagaron 10.000 dólares semanales por 10 semanas de trabajo, que entonces le pareció “todo el dinero del mundo’”.