El 26 de enero, una selección de música cuyana sonará en el Festival Nacional de Folclore de Cosquín, que a partir del 21 del mes próximo echará a andar sus nueve lunas en la serrana ciudad cordobesa. Y será en la voz de Carlos "Pocho" Sosa, el único artista de la región que figura en la grilla del encuentro folclórico más resonante del país contratado por la organización (independientemente de los que resulten ganadores de los certámenes del festival, Pre Cosquín y Espectáculos Callejeros, la otra forma de acceder al Atahualpa Yupanqui). Tonadas, valsecitos y cuecas desplegará el reconocido artista en la plaza Próspero Molina, para comenzar a celebrar sus activos 60 años de carrera, en los que Sosa -quien fue una de las figuras de la edición inaugural del festival San Juan celebra la Cuyanía, sobre la que derrama elogios- ha hecho defensa y difusión del folclore cuyano. 

Entusiasmado con desplegar su canto y confiado en la buena respuesta de la platea, el guitarrero y cantor cuya última actuación en esa plataforma (a la que subió varias veces como invitado de su amiga Mercedes Sosa) fue en 2020 con el dúo Palma-Sandoval y que fue jurado de Pre Cosquín en 2021, dialogó con DIARIO DE CUYO. 

– Qué bueno que pueda celebrar en una vidriera como Cosquín…

– Sí, yo también estoy muy contento. Recién estaba leyendo una nota que me enviaron desde Córdoba, de una conferencia de prensa de 2020, donde dije "de frente march" que había sido una suerte estar en Cosquín porque es como que se ha viralizado -palabra que está muy de moda ahora- esto de que la tonada te tira abajo los festivales, que es aburrida; y yo me revelo contra eso. De hecho recuerdo un Festival de La Chaya, en La Rioja, que para colmo organizaba un mendocino, donde me pidieron que no cantara tonada. No hice caso y me despedí con La tupungatina, después de cantar varias cuecas y gatos. Cuando bajé, recibí el "Te dije que no cantaras ninguna tonada…", y yo contesté que no me iba a bajar sin cantar tonada… Bueno, nunca más me contrataron (risas). Es una anécdota que me quedó grabada… Pero he llevado nuestra música al Festival de la Calle Angosta de San Luis, Cuyo Canta y la Cuyanía de San Juan, donde sí se cantan puras tonadas, cuecas, valsecitos, gatos y toda nuestra música. Y tengo el honor y gusto de decirlo, la gente tiene que saber que en esos festivales se canta música de Cuyo… Y hay que saber también, por ejemplo, que los sanjuaninos, puntanos y mendocinos tenemos guitarras que ya conoce el país entero, las guitarras cuyanas son admiradas en el país.

– El tema es que el folclore regional no logra establecerse en estos festivales nacionales tan convocantes…

– Claro… Este año vi a Los Hermanos Videla, que ganaron los Espectáculos Callejeros, y eso me llenó de alegría porque se ganaron la posibilidad de estar en el escenario mayor de Cosquín, que ya es otra cosa, aunque no sea mucho tiempo… Pero sí, como contratados hay pocos… Tenemos que seguir luchando por eso.

– ¿Qué ha preparado usted para esta ocasión?

– Ahora te piden para el espectáculo que presentás, que te dan nada más que 25 minutos, que le pongas un nombre. Yo dije "Farrita cuyana" y teníamos para hacer dulce, pero me dijeron que en 2010 ya había presentado ese título, así que se lo cambié por "Cuyo es amor". Elegí temas que involucran a gente joven y a autores como Carlos Montbrun Ocampo, que con Antonio Tormo hizo tan popular P’al comisario, una cueca de Amaya que identifica a San Juan… Va a estar Tonada del otoño (NdeR, también conocida como Otoño en Mendoza), que es como un himno, y para el final voy a unir tres cuecas, voy a recordar a Saúl Quiroga con Corazón, a Alfonso y Zabala con Calle Angosta y a Hilario Cuadros con Cochero de plaza… Tres pilares de la música cuyana. 

– Ahí no le dijeron "tonada no"…

– No, no, no. Y arranco con dos tonadas, La del lunar, del cancionero popular cuyano, recopilado por Alberto Rodríguez; y La tupungatina, que la hizo en 1920 un cordobés que se enamoró de la música cuyana y la alcanzó a grabar Carlos Gardel, es una joya. Y bueno, la del Otoño, de Jorge Sosa y Damián Sánchez. Y voy a recordar el famoso terremoto de Mendoza de 1861, con Mendoza quédate niña, un vals de Antonio Ramis Vaquer y Eduardo Ocaranza. Será una unión de los autores de hace un siglo y el Nuevo Cancionero. Demostramos que nuestra música también es romántica y por eso le puse "Cuyo es amor", aprovechando que además así se llama una de las últimas composiciones que escribí con Jorge Sosa, él la poesía y yo la música. ¡Y les encantó el título! 

– Va a ser un bonito puntapié de festejo…

– Sí, empiezo a transitar mis 60 años con la música y mis próximos 80 años de vida… Gracias a Dios tengo mis cuerdas vocales intactas, así que tengo para cantar unos añitos más todavía. 

– Y según su experiencia, ¿cómo es el público del festival respecto de la música cuyana?

– Mirá, depende… por experiencia creo que hay que tener la precaución de no hacer un popurrí largo de tonadas, por ejemplo, porque a la cuarta o quinta la gente ya se empieza a acomodar en la silla. Lo que pasa es que la tonada es música para entendidos. Además hay que entender que durante algunos años a nuestro folclore le hicieron mala fama, se decía que era música de borrachos, por ese canto llorón… Y bueno, había que transformar eso, convencer que no es así… Yo por ejemplo, me acuerdo que me atreví y al vals Gris, de Bates y Montbrun Ocampo, le puse un saxo y un bajo también en vez de un guitarrón, ¡y gustó muchísimo! Y los fui sacando de a poquito de esa idea. Acá en Mendoza, los que empezábamos a asomar la cabeza nos juntábamos con Armando Tejada Gómez, Tito Francia, Mercedes Sosa, Matus… así que yo sí soy hijo del Nuevo Cancionero y me considero uno de los que recibió la posta de esa gente. Yo me crié escuchando música cuyana tradicional y amo esa música; y también amo el Nuevo Cancionero, así que hago cosas tradicionales pero con arreglos más modernos, pero sin que se pierda la esencia. Nunca haría una tonada con batería, por ejemplo, porque ahí no va, sentiría que me estoy traicionando. 

– Quizás esta actuación abra un poquito más las puertas a Cuyo en próximas ediciones…

-Dios quiera. Yo voy a tratar, quiero presentar un show prolijo. Yo ya tengo el boleto picado, pero tengo músicos jóvenes tremendos, así que me parece que va a ser algo muy lindo… Pasa que siempre contratan más a los más convocantes, les dan mucho tiempo arriba del escenario y también cobran fortunas… Pero yo voy de frente ¿eh?, les digo "¿Qué les pasa a ustedes con nosotros?". Me he quejado públicamente de que la música cuyana ha sido muy vapuleada y pido que escuchemos de todo. Por ahí ves años anteriores y son 38 chacareras, 48 chamamés y de Cuyo nada… 

 – Y estaría bueno que, habiendo tanto talento, sea un poquito más federal… 

– Exactamente. Creo que nos tenemos que poner de acuerdo, que la gente de Cultura de las tres provincias deberían unirse y mandar delegaciones sí o sí, para que tengamos más presencia.