Luis Alberto Spinetta falleció el 8 de febrero de 2012 pero para el periodista Juan Carlos Diez, uno de los biógrafos del artista, "su obra y su figura seguirán creciendo de manera exponencial a través del tiempo".
"A Spinetta se lo seguirá descubriendo acá y en muchas otras partes. Su música y la riqueza de su obra no se perderán en el tiempo", sostuvo Diez a Télam.
El autor de "Martropía, conversaciones con Spinetta", libro donde condensa cinco años de encuentros personales, ensayos y grabaciones compartidas con el mentor de Almendra, Pescado Rabioso e Invisible, entre otros grupos, añadió que "tampoco se perderá nuestro amor por la persona y el artista único e irrepetible. Luis siempre está naciendo".
Spinetta murió nueve años atrás, a sus 62 años, a causa de un cáncer de pulmón que se le diagnosticó en julio de 2010, dejando una obra inigualable a la que además de la música debe sumársele la poesía y la pintura.
Es que el "Flaco" supo colmar de una elevada concepción estética a cada uno de los pasos que dio desde su nacimiento, el 23 de enero de 1950 en el barrio porteño de Belgrano.
Personal y prolífico, en 50 años de trayectoria dio forma a una obra que materializó en más de 40 discos, donde sus canciones constituyeron un alegato estético que signó al rock argentino y lo sostuvo como un espacio fértil para la creación.
En su tránsito musical, Spinetta también generó bandas como Jade y Los Socios del Desierto desde donde multiplicó un cancionero bello e inspirador.