Religioso como pocos en el mundo del fútbol, Pablo Lavallén es cristiano evangélico. Y lo hace saber a cada paso que da. En las redes sociales tiene una costumbre más que curiosa. Se toma la molestia de responder a casi todos sus seguidores, incluso cuando lo insultan.

 

¿Devuelve los insultos? De ninguna manera. Sus mensajes están cargados de paz, amor y bendiciones para todos. Incluso para aquellos que son extremadamente groseros. 

 

Muchos, lo agreden sólo con el fin de obtener su "bendición", algo que despierta carcajadas en Twitter. 

 

A San Martín llegó en 2015 y dirigió 29 partidos.