En la mañana del martes, una joven de 16 años se presentó en el centro de salud del barrio Palermo, de la zona oeste de Salta, con un bebé recién nacido en estado de hipotermia. La adolescente lo encontró desnudo, con el cordón umbilical y cubierto en sangre del parto al costado de una cancha de la zona, sin otra protección que una toalla ensangrentada que medianamente lo aislaba del suelo helado, pero que no lo cubría.
La joven contó que estaba caminando a media mañana por una calle lindante con las canchas de fútbol “Los Profesionales”, cuando escuchó un extraño quejido. Al sospechar que se trataba de cachorritos, pensó en seguir, pero algo en su interior la hizo volver sobre sus pasos para asistir a lo que fuere que estaba gimiendo lastimosamente.
Al acercarse a la fuente del extraño sonido, se dio con que se trataba de un pequeño bebé, cubierto en sangre, sin otra cosa que una toalla ensangrentada debajo de su cuerpo, que en algún momento lo envolvió.
El infante ya no lloraba, solo emitía un quejido, y la joven no dudó en envolverlo y abrigarlo con su propia ropa. Inmediatamente se dirigió al centro de salud, donde llegó a las 10:47.
El bebé presentaba un cuadro de hipotermia pero afortunadamente se estabilizó, y desde entonces comenzó a mejorar. Después, fue derivado al Hospital Materno Infantil, donde evoluciona favorablemente.
Tras el hallazgo, la fiscalía de Graves Atentados Contra las Personas secuestró la toalla que envolvía a la criatura, ya que presenta ADN de la madre que lo abandonó a su suerte en una mañana helada y en un lugar intransitado.
Al no haber restos de placenta en el lugar del hallazgo, suponen que el bebé habría nacido en otro espacio, pero en las cercanías. La fiscal a cargo dispuso una búsqueda general de mujeres con fecha de parto en los centros de salud cercanos.
Fuente: El Tribuno y FM Profesional