
A principios de los 70, durante los últimos días del gobierno del presidente estadounidense Richard Nixon, un documento del Departamento de Estado creado bajo la dirección del secretario de Estado Henry Kissinger, identificó el crecimiento de la población en los países del tercer mundo como "un asunto de máxima importancia”. Este documento, el memorándum 200 (o informe Kissinger) acerca de un estudio sobre la seguridad nacional o NSSM 200 (National Security Study Memorándum 200), alegaba que dicho crecimiento ponía en peligro el acceso a minerales y a otras materias primas que los EEUU necesitaban y que, por tanto, constituían una amenaza para su seguridad económica y política. Es evidente que un mundo muy poblado no estaba ni lo está en línea con sus intereses.
Entonces ¿cuál es la solución a este problema? Muy sencillo: "un extenso y drástico control de la población mediante el aborto”. Este documento confirma hasta donde el gobierno de los EEUU. se ha involucrado en una de las campañas más egoístas e inhumanas del siglo XX.
El Memorándum 200, desclasificado en junio de 1989, todavía motiva muchas de las directrices de la política exterior de los EEUU. La ayuda a los países en vías de desarrollo todavía continúa siendo otorgada, a condición de que estos países estén dispuestos a implementar medidas para el control de la población. En realidad, esto implica el irse suicidando lentamente a nivel nacional.
En el año 1974, el presidente Juan Domingo Perón consciente lo que el imperialismo anglosajón es capaz de hacer, firmó el decreto 659 que planteaba lo siguiente: considerando que la persistencia de los bajos índices de crecimiento de la población constituye una amenaza que compromete seriamente aspectos fundamentales del futuro de la República (…) Considerando que factores determinados por intereses no argentinos que auspician y estimulan modos de vida antagónicos con los que corresponden al destino de un gran país, desalentando la consolidación y expansión de la unidad familiar, promoviendo el control de la natalidad, desnaturalizando la función fundamental de la mujer y distrayendo a nuestros jóvenes de su deber natural como protagonistas del futuro de nuestra Patria (…) El Ministerio de Bienestar Social, a través de la Secretaría de Estado de Salud Pública, dispondrá de inmediato (…) prohibir el desarrollo de actividades destinadas directa o indirectamente al control de la natalidad. Conforme al superior mandato que emana del decreto 659/74 firmado por el Gral. Perón, el kirchnerismo, al impulsar la despenalización del aborto, en censurable actitud, se rebela no sólo contra la justa aspiración del líder justicialista de garantizar el derecho a la vida de los por nacer sino también deshonra de la peor manera los principios doctrinarios y filosóficos del partido al que dicen pertenecer. Por no hablar del profundo desprecio que le hace a la máxima cristiana "ama a tu prójimo como ti mismo”.
Por Hugo César Navarro
Periodista y escritor
