Un albañil de 59 años aceptará un juicio abreviado a cambio de una rebaja de pena, en un caso que lo tiene muy complicado: el abuso sexual (manoseos) de dos nenas que iban a su casa a juntarse con sus sobrinas y pasaban la noche en las conocidas pijamadas. Por ambos hechos, denunciados en 2015, Roberto Figueroa aceptará más de 10 años de prisión, dijeron fuentes judiciales.

El proceso abreviado se concretará en los próximos días en la Sala III de la Cámara Penal. Y será la jueza Graciela Del Pie quien decidirá si acepta o no el acuerdo del fiscal José Eduardo Mallea con el sospechoso y su defensa.

Las nenas tenían 10 años y ambas refirieron haber sido abusadas en dos ocasiones (cuando tenían 7 u 8 años y otra vez a los 10) en la casa del acusado en Concepción, Capital, donde se armaban las juntadas con las pequeñas sobrinas de Figueroa y su pareja.

Todo ocurrió la noche del 28 de marzo de 2015 en una de esas particulares reuniones, con la diferencia de que una de las menores le contó todo a su madre en ese mismo momento. La madre de la otra nena denunció al mes siguiente, luego de enterarse de los abusos por comentarios en un almacén de barrio y confirmarlos con su hija.

En Cámara Gesell, el relato de las niñas fue considerado contundente y sin mentiras, por lo que las profesionales los calificaron de varaces, además de percibir que ambas presentaban las secuelas típicas que dejan las situaciones de abuso sexual, precisaron las fuentes.

La personalidad del sospechoso fue otro factor que complicó la situación procesal de Figueroa, que siempre negó todo.
Si acepta la propuesta de juicio abreviado, la jueza Graciela Del Pie podrá aplicar una condena igual o menor, pero no una más grave.