"Me han violado desde los 7 años. Me agarraba y me lo hacía a la fuerza y yo le decía que me soltara (…) y él no quería, me decía que si no me dejaba se lo iba a hacer a mi hermana y yo no quería eso. También a la tía (otra menor) le hacía eso (…) le pegaba a mi mamá, una vez se enojó y agarró un cuchillo, nos pegaba a nosotras…". Ese relato, con marcados signos de angustia y depresión, fue parte de la perturbadora revelación de la menor, entonces de 14 años, en el ANIVI. Fue después que su madre denunciara, el 1 de agosto de 2018, a ese hombre que legalmente es padre de la niña porque le dio su apellido.
Los abusos sexuales se prolongaron hasta que la pequeña tuvo 12 años. El sujeto es un jornalero que apenas terminó la primaria y tiene 43 años. No se lo menciona para preservar a la niña y a su hermanita a la que, según la víctima, también atacó sexualmente.
Ayer, ese sujeto ratificó ante el juez Daniel Guillén (Sala II de la Cámara Penal), el acuerdo que alcanzó con el fiscal Daniel Galvani a través de su defensor Nicolás Gómez. En ese pacto, acepta recibir 12 años de cárcel por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo.
El acusado aceptó esa salida acorralado por la evidencia, pues un médico constató la lesiones en la niña y una psicóloga afirmó que la menor no mintió en su relato, indicaron voceros judiciales.
Los abusos comenzaron a los 7 años y se prolongaron hasta los 12, cuando la violó en el baño, le contó a su mamá y la mujer, en el acto, la mandó con su abuela a Mendoza, además de echar al confeso abusador. Por falta de recursos y por miedo, la mujer permitió el regreso de su pareja, pero ante la enésima discusión, no lo dudó y lo denunció.
El juez debe resolver.