Por cariño y la frecuencia de trato le decían "Tata". Pero en realidad ese joven, por entonces de 37 años, no tenía ningún vínculo sanguíneo con esas hermanitas de 9 y 6 años que, en cambio, eran nietas de su pareja. Esa cercanía y el hecho de que casi a diario las niñas se quedaban en lo de su abuela porque sus padres salían a trabajar, le dio a ese changarín la ocasión para dar rienda suelta a sus impulsos sexuales. Cuando quedaban a solas, manoseaba a la mayor de las niñas, le sacaba fotos en poses sugerentes y hasta le introducía sus dedos, según consta en la acusación. A la menor alcanzó a manosearla, pero entonces todas sus maniobras quedaron al descubierto. Fue un día que la mayor de las hermanitas le contó a una amiguita lo que le hacía su "Tata" y le pidió que si se podía quedar en su casa, porque no quería topárselo ni quedarse a solas con él en lo de su abuela. Cuando esa niña le contó a su mamá, esa mujer corrió a avisarle a la madre de las menores y el caso llegó en el acto a la Policía.
La escala de delitos atribuidos al sospechoso tiene un mínimo de 6 años de cárcel.
Ocurrió a última hora del 16 de marzo de 2019, en 9 de Julio. Y en los primeros minutos del día siguiente, hubo denuncia sobre los hechos perpetrados contra la nena de 9 años. Cuando la pareja de ese sujeto se enteró, la menor de sus nietas le contó que el "Tata" también la había manoseado a ella y entonces hubo una ampliación de denuncia contra ese sospechoso, de 38 años.
Si bien el informe médico no reveló lesiones en ninguna de las niñas, los abusos con introducción de dedos fueron calificados como una violación por la Fiscalía. Otra prueba contra el imputado fueron las pericias psicológicas en ambas menores, cuyos relatos fueron considerados verosímiles, especialmente el de la mayor, por la carga de angustia, de ansiedad y el conflicto en torno a lo sexual, entre otros indicadores considerados a la hora de calificarla como víctima de una situación abusiva, dijeron fuentes judiciales.
Para hoy está previsto el inicio del juicio contra Zárate en la Sala II de la Cámara Penal. Pero es probable que el juez Maximiliano Blejman deba decidir si acepta o no un juicio abreviado que le propondrían el fiscal Daniel Galvani con la defensora María Pereyra y su cliente. Si es así, a cambio de una rebaja de pena, el acusado aceptaría su autoría y se evitaría el trámite de un juicio común.