La nueva ordenanza municipal que prohíbe colgar pasacalles en la ciudad Capital de San Juan, es una norma que contribuirá con la seguridad de todos los que transitan por este departamento y con la estética de las calles, que hasta ahora se han visto invadidas por un recurso que en la mayoría de las ciudades del mundo está en vías de desaparición.
Está comprobado que los pasacalles representan un serio riesgo para automovilistas, motociclistas, ciclistas y peatones ante el peligro de que puedan caer por acción del viento o la lluvia. En nuestra provincia, particularmente, es muy probable que esto ocurra ante determinadas contingencias climáticas como los fuertes vientos Zonda que suelen presentarse imprevistamente.
La estética de la ciudad se ve afectada porque los pasacalles son realizados con materiales descartables, de baja calidad y colocados en cualquier lugar, con el solo objeto de llamar la atención. Se ven en grandes cantidades en épocas de elecciones; para promocionar actividades sociales, culturales o deportivas; eventos estudiantiles o para publicitar eventos comerciales. Los alambres o cuerdas que se utilizan para tensarlos provocan daños irreversibles en los árboles o postes de los servicios públicos, donde quedan enmarañados porque quienes los colocan no se toman el trabajo de sacarlos al descolgarlos. Además la mayoría de las veces son puestos sin permisos o autorizaciones, lo que provoca, junto a la demás cartelería, una contaminación visual que resulta muy peligrosa, por la distracción que genera a quienes circulan por la vía pública.
A pesar de la existencia de una ordenanza municipal anterior que legislaba sobre la colocación de pasacalles en la ciudad de San Juan, que no era acatada por presentar muchas imprecisiones, fue necesario sancionar un nuevo instrumento legal que prohíbe definitivamente esta práctica. Las sanciones correspondientes serán establecidas próximamente por el Departamento Ejecutivo Municipal, encargado de su reglamentación.
La norma entrará en vigencia plenamente a fines del corriente mes y es destacable que está muy bien concebida, ya que no sólo contempla la prohibición en calles, avenidas y pasajes, sino también en plazas y demás espacios públicos.
Disposiciones similares rigen actualmente en Rivadavia y Santa Lucía, por lo que sería muy conveniente que el resto de los departamentos adhirieran para erradicar este problema que se presenta en toda la provincia.
