El Ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, señaló ayer que al no estar científicamente comprobada la eficacia del plasma de personas que se recuperaron de coronavirus, como tratamiento para pacientes con la enfermedad en curso, "solamente se puede aplicar dentro de protocolos de investigación" y no "a cualquiera que lo pide".
El titular de la cartera sanitaria de la Ciudad de Buenos Aires respondió de este modo a la consulta sobre la demanda del plasma, sobre todo tras la recuperación del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, que recibió esto como parte del tratamiento cuando estuvo internado por coronavirus.
"Todo medicamento de uso humano requiere una aprobación en cada país, y para estar autorizado debe estar comprobado científicamente que es seguro, esto es que no genera daño y que es eficaz", describió Quirós.
Y continuó: "La seguridad y eficacia son dos elementos que hay que controlar antes de permitir el tratamiento clínico en las personas porque toda vez que esto no se haya comprobado es experimental y los experimentos en humanos requieren un conjunto de normativas y de cuidados por la complejidad".
En ese sentido, el ministro recordó que "todas las drogas que se van probando tienen una supervisión permanente de un comité de ética y de entidades regulatorias". Actualmente, en el mundo existen unos 140 tratamientos experimentales para coronavirus que son plausibles, es decir que por sus componentes biológicos pueden ser beneficiosos.
Sin embargo, la plausibilidad no es garantía de eficacia y Quirós explicó que "hay un montón de tratamientos que tienen plausibilidad de ser bondadosos y después se demuestra que no lo son, incluso que pueden generar daño".
"El plasma es uno de los tantos tratamientos plausibles, es decir que podría beneficiar, pero no hay ningún trabajo de investigación científicamente realizado, aprobado por comité de ética y publicado en revista y controlado por pares que haya demostrado que el plasma tiene un beneficio clínico", sostuvo.
Y siguió: "Por lo tanto uno no puede indicar plasma a todo el que lo solicite porque estaría incumpliendo las normas más básicas de investigación en humanos y solamente se puede utilizar en personas que estén en el marco de un protocolo de investigación y que acepten ser parte de esa experimentación".
Quirós detalló que en el sistema público de Ciudad de Buenos Aires hay tres protocolos en curso: "el del doctor Fernando Polak, el de Nación y el del hospital Durand". "Para poder mantener estos tres protocolos pedimos que si una persona tuvo Covid-19, y tiene buen estado de salud, done su plasma para ayudar a avanzar en estas investigaciones".
Entre las explicaciones esbozadas para conocer los criterios de distribución, es probable que tengan prioridad para recibir plasma los enfermos graves o moderados que tienen más de 60 años, comorbilidades, que estén graves y presenten signos de empeoramiento. Fuentes hospitalarias creen que tienen prioridad para recibir plasma las personas en grave estado.
El intendente bonaerense Insaurralde se curó de coronavirus gracias al plasma. El funcionario padece insuficiencia renal y asma. Un paciente asmático con coronavirus había denunciado que le estaban negando el uso de plasma, y en ese contexto mencionó el caso de Insaurralde. Especialistas negaron asignación a dedo de plasma y aclararon que el paciente de la polémica no estaba necesitando asistencia respiratoria. Télam
¿Clandestinos?
El diputado nacional Martín Soria (Frente de Todos) celebró la aprobación del proyecto que crea la Campaña Nacional para la Donación de Plasma y afirmó que "era necesario porque detectó en otros países que se han montado negocios clandestinos".