Parece que nos van a acompañar durante un largo tiempo. Las mascarillas o cubrebocas serán un accesorio más en nuestra vida, un accesorio un poco incómodo que, en ocasiones, pueden causarnos algún que otro problema de piel, sobre todo si tenemos piel atópica o sensible, o si, por motivos laborales, debemos usar la mascarilla por periodos de tiempo prolongados. Como se suele decir, más vale prevenir que curar, así que lo mejor es que estemos informadas de qué podemos hacer antes de que la mascarilla haga daño en nuestra piel. ¿Cómo evitar la dermatitis, el acné y otros problemas de piel por el uso de mascarillas?
Qué problemas de piel pueden causar las mascarillas
Las mascarillas pueden causarnos pequeñas lesiones cutáneas como rozaduras, pero si además tenemos la piel sensible o atópica, el daño puede ser mucho peor. Algunos de los problemas que puede causarnos en la piel el uso continuado de cubrebocas son:
- Rozaduras en las zonas de mayor presión: esto es en la zona detrás de las orejas, principalmente por el uso de mascarillas quirúrgicas, y en la zona del puente de la nariz y la zona malar (zona superior de las mejillas), sobre todo con las mascarillas FPP2.
- Eccemas en el rostro por reacción alérgica.
- Acné y foliculitis, principalmente para las personas que tienen una dermatitis previa.
- Enrojecimiento y picor en la piel.
- Dermatitis alérgica en la nariz y en el resto del rostro por alergia a metales (las varillas de algunas mascarillas).
Cómo prevenir los problemas de la piel por el cubrebocas
Ya sea tu piel grasa, mixta o seca, sea atópica o sensible, el uso prolongado de la mascarilla puede hacerle daño, por lo que los expertos recomiendan la prevención con algunas pequeñas medidas:
- Lava tu rostro siempre antes y después de usar la mascarilla, a ser posible con un jabón suave.
- Hidrata el rostro y orejas antes y después de usar el cubrebocas con una fórmula ligera específica para tu piel.
- Aplica vaselina o una crema de barrera en las zonas de mayor fricción antes de ponerte la mascarilla, principalmente en el puente nasal y en la zona auricular. Lo ideal es aplicarla al menos media hora antes del uso de la mascarilla.
- Además, es útil tener una mascarilla de recambio por si se humedece demasiado (a mayor humedad, mayor fricción). Además, tal y como se nos recomienda en la Guía general para el uso de tapabocas del Ministerio de Salud y Protección Social de Bogotá, la mascarilla, sea cual sea el tipo, no debe reutilizarse.
- Si el uso es prolongado, trata de secar tu rostro cada cierto tiempo para evitar la concentración de humedad.
- Para aquellas personas que usan mascarillas durante largos periodos de tiempo, por ejemplo, por motivos laborales, se recomienda desajustar la presión al menos cada dos horas, siempre en un entorno seguro y, si es posible, limpiar e hidratar la piel nuevamente.
Qué hacer si la mascarilla me hace una lesión cutánea
Obviamente, dependerá de la magnitud de la lesión, pero, por lo general, ante una rozadura o un eccema producido por la presión de la mascarilla, lo recomendado es utilizar una crema antiinflamatoria, compuesta de corticoides tópicos. El uso dependerá de las instrucciones del fabricante o de las indicaciones médicas, pero, por lo general, se puede administrar por las noches de 5 a 7 días.
En los casos en que exista una inflamación más severa o una herida secundaria, lo más recomendable sería la supervisión de un especialista que podría recetar un corticoide tópico asociado a antibióticos para realizar una cura adecuada de la herida.
Además, es importante mantener una rutina de cuidado facial adecuada, lavando mañana y noche el rostro y aplicando algún tipo de hidratación adicional para que la piel se mantenga lo más sana y resistente posible. Por supuesto, en el caso de heridas, además de lo propuesto anteriormente, se debe mantener la herida limpia para evitar una infección mayor.
Fuente: diariofemenino.com