Señor director:
Leyendo días pasados a Martin Luther King (Pastor y pacifista norteamericano 1920-1968) destaco sus dichos al expresar que: "Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como humanos". A este pensamiento lo relacioné con lo acontecido hace tres años con la muerte de Fernando Báez Sosa, cuyo juicio es de actualidad y se presta a muchas interpretaciones, jurídicas, sociales y psicológicas, entre otras.
En este caso quiero aportar mi humilde interpretación, sin entrar en análisis de las múltiples causas que pudieron ocasionar el asesinato del joven. Llego a la conclusión de que en esa ocasión, como en otras tantas, estuvo ausente una virtud humana fundamental que es la prudencia.
Podemos decir que un hombre es prudente "cuando sabe medir y evaluar las consecuencias de sus actos". La prudencia es una virtud humana tan necesaria que lleva en su ejercicio a que el hombre alcance su madurez.
Sugiero que en los avisadores de las escuelas o en los pizarrones de notificaciones se coloque y comente este pensamiento referido a la prudencia. De este forma -considero- podremos evitar muchas lágrimas.
Blanca Alessi de Bailón
LC 5.178.756
Docente
