La fiscal Marcela Torres se opuso formalmente a que el juez Raúl Iglesias (Sala I de la Cámara Penal) le conceda la probation al changarín Juan Eduardo Echegaray (28) en la causa en la que se lo acusa de intentar robar en dos casas de Capital, en los años 2015 y 2016, dijeron fuentes judiciales.
El sujeto, a través de la defensora oficial Mónica Sefair, buscaba que le suspendieran el juicio a cambio de tareas comunitarias en la Municipalidad de Rivadavia y $1.500 como reparación del daño. Pero cumplir por ahora no será posible porque actualmente está preso por el crimen de su madre adoptiva, la jubilada judicial Liliana Loyola (64), a quien aparentemente mató al rociarle alcohol y quemarla porque no le daba plata. El ataque ocurrió en la casa de la víctima en el Barrio Aramburu, Rivadavia, el 29 de noviembre último. Falleció el 9 de enero pasado.
Antes de morir, la mujer le había dicho a un hermano que en realidad no había sufrido un accidente con una vela y que había sido su hijo quien la atacó. Las pericias confirmaron esa versión.
Los dos ataques fueron calificados en grado de tentativa, pues en ninguno consumó el robo.
HECHO I
Según la acusación fiscal está probado que en agosto de 2015, alrededor de las 22.30, Echegaray intentó entrar a robar a una casa ubicada en Avenida Rawson 562 (N), pero no pudo porque lo sorprendió el morador, el conocido abogado Nasser Uzair, quien justo llegó y obligó a que el delincuente huyera en el auto Ford Ka en el que se movilizaba con otro sujeto.
HECHO II
También se le achaca escalar las rejas de una casa en Falucho 1662 (O) junto a su cómplice Sergio Ariel Albarracín (31 años), cerca de las 21.30 del 5 de enero de 2016. Esa vez se llevaron un equipo portátil de comunicación y un celular, propiedad de Dante Alejandro Vega. Sin embargo todo fue truncado por policías que andaban de recorrida, quienes persiguieron el mismo Ford Ka y pudieron detener a Albarracín. Echegaray abandonó el botín y pudo escapar, pero cayó días después tras un allanamiento en un domicilio de la Villa San Patricio, en Chimbas. Por este hecho su accionar fue calificado en grado de tentativa, pues no llegó a consumarse el robo teniendo en cuenta que al advertir la presencia policial se desprendió del botín, según el expediente.
Estar preso parece sepultar el planteo de Echegaray.