Hacía como una semana que los dolores de cabeza y los vómitos no la dejaban. Para entonces su mamá ya la había notado rara, pues se encerraba horas en su habitación, estallaba en llantos de un rato para otro o se agarraba a pelear con su hermana menor. La mujer no puso dimensionar ni explicar por qué su hija estaba así, pero la llevó al hospital Marcial Quiroga para saber el motivo del persistente malestar físico. El 13 de septiembre de 2017 los análisis terminaron en una sorpresa muy desagradable: un médico se encargó de comunicarle a la mujer que su hija de 14 años estaba embarazada.
Fue ahí que la menor le contó la terrible experiencia que había sufrido desde poco antes de cumplir 14 años, en julio, cuando iba a cuidar a los tres hijos de su hermana que vivía con un amigo, un chofer que le prestaba una habitación en su casa en Rivadavia. Fue ahí que el sujeto aprovechaba para violarla y amenazarla, según fuentes judiciales. El mismo día a la siesta, la mujer denunció el caso en la Policía y por la noche el sospechoso, identificado como Jorge Antonio Gálvez (41), quedó detenido.
Según consta en el expediente, poco después la niña tuvo un "aborto espontáneo", y el abordaje médico para tratarla fue otra prueba que sirvió para complicar a Gálvez.
Ahora, el sujeto llegó a juicio en la Sala III de la Cámara Penal. Pero en lugar de enfrentar un debate común, buscó una rebaja de pena a cambio de colaborar con una confesión como autor del hecho.
Voceros del caso aseguraron que ese acuerdo ya se formalizó entre el acusado y su defensor Juan Carlos Juárez y la Fiscalía, representada por Carlos Rodríguez. Hoy, Gálvez ratificará ante el juez Eugenio Barbera que está dispuesto a recibir 7 años de cárcel, indicaron. Luego, el magistrado deberá resolver si acepta el acuerdo y, de ser así, qué pena debe aplicar.