Ayer, el Instituto de Ablación e Implante de San Juan (Inaisa) vivió una jornada positiva. Mucha gente se acercó a los stands que instalaron en 3 escuelas donde se votó, para informarse sobre la donación de órganos y postularse como donante. Lo más curioso, según dijeron los encargados de la atención, fue que los adolescentes fueron los más interesados en donar. Esto fue en el marco del operativo que desarrolló el Inaisa y el INCUCAI para captar más expresiones de voluntad de donaciones de órganos y tejidos. Fue la primera elección en la que estos institutos instalaron puestos en tres escuelas de manera simultánea y con una campaña de difusión previa.
Gabriela Espósito y Basilio Politis no pudieron disimular su entusiasmo. Eran las 10 de la mañana y seis personas ya habían llenado la solicitud para ser donante. Si bien fueron personas de diferentes edades, los responsables de atender este stand en la Escuela Pedro Aramburu, en Rawson, dijeron que los más interesados en donar fueron los adolescentes. "Nos sorprendió que muchos chicos de 17 años que vinieron a votar se acercaron para dejar sentada su voluntad de donar órganos. Tuvimos que explicarles que deben tener 18 años para hacerlo. Igual se llevaron la folletería con información sobre todo lo referido a la donación y los teléfonos donde comunicarse porque dijeron que cuando cumplan la mayoría edad se inscribirán como donantes", dijo Espósito.
En la Argentina hay actualmente 7.189 personas que precisan un trasplante y que están en lista de espera.
La sorpresa también estuvo presente en el stand del Inaisa en la Escuela Alas Argentinas, también en Rawson. No sólo porque los adolescentes fueron los que más consultaron y porque en dos horas 15 personas llenaron el acta de donante, sino porque hubo gente que fue a la institución educativa sólo para realizar este trámite. "Nos sorprendió que vino gente exclusivamente a llenar el acta, ya que ni siquiera votaba acá. Esto fue gracias a la campaña de difusión que se hizo previamente. Esto superó nuestras expectativas", dijo Paola Montaño, a cargo del stand en la escuela mencionada.
Por su parte, Fernando Sarmiento, que atendió el stand en el Colegio Don Bosco, sostuvo que en tres horas llenó 15 actas de donantes. Y que muchos ellos tenía más de 60 años. "Muchos abuelos se acercaron con pocas expectativas porque creían que por una cuestión de edad ya no podían ser donantes. Les explicamos que la edad no es un obstáculo y varios decidieron dejar sentada su voluntad de donar. Otros se llevaron folletería para compartirla con sus hijos y nietos. Esto es de gran ayuda porque amplia la campaña de promoción que podemos desarrollar nosotros", dijo Sarmiento.
La principal duda de la gente, según representantes del Inaisa, fue por qué si la Ley Justina establece que toda persona es donante hay que llenar un acta para manifestar la decisión de donar. La explicación es que este trámite agiliza el proceso de donación y ablación de órganos. "Si una persona no dejó sentado que quiere donar puede pasar que cuando muera aparezca algún familiar que ponga trabas y esto demore el proceso y la posibilidad de salvar vidas", dijo Fernando Sarmiento.
Algunos detalles
Venta limitada
En algunas escuelas donde se votó, como en la Enrique Mosconi Primaria, en Rivadavia, la Policía no permitió que los vendedores ambulantes se instalaran en el ingreso de los edificios escolares.
Información extra
En varias esquinas del departamento Rawson se instalaron puestos de información donde la gente tuvo a disposición los padrones generales para consultar en qué escuela le correspondía votar.
Los buscavidas
En la mayoría de las escuelas donde se votó, especialmente en los departamentos del Gran San Juan, hubo presencia de cuidacoches que aprovecharon la oportunidad para ganar algo de dinero.
Mate a cuestas
Muchos sanjuaninos concurrieron a las escuelas con el mate y el termo para disfrutar de esta tradicional bebida mientras hacían fila para poder ingresar al cuarto oscuro a emitir su voto.
El estacionamiento
En las diferentes escuelas se destinó un sector en las veredas o calles para que las personas que fueran a votar en moto o en bicicleta pudieran estacionar de manera ordenada estos vehículos.