Por las medidas impuestas por el gobierno nacional sobre las importaciones, que cada vez son más limitadas, advierten que podría faltar café en 30 o 45 días. El café no se produce en Argentina, ni pasará por ahora, porque el clima no lo permite, por eso es que la materia prima es 100% importada, no hay manera de reemplazarla, y los límites para importar ponen en riesgo a todas las cafeterías del país.
“El tema del café es gravísimo, las últimas medidas han restringido aún más el poco cupo que había. Los trámites de importación comienzan a ser denegados y corren peligro los stocks”, aseguró Marcelo Salas, dueño de la cadena Café Martínez.
Los empresarios del sector remarcan que su materia prima es 100% importada, no tienen forma de reemplazarla: "En la Argentina no se producen los granos de café que luego pasan a ser molidos y envasados por los fabricantes locales”.
La empresa Café Martínez debió reducir la venta de sus cafés envasados en supermercados y sus exportaciones a países de la región para poder compensar la falta de su insumo principal y poder abastecer a sus 210 locales en el país, donde trabajan unas 3.000 personas, según detalló a Infobae Marcelo Salas, socio y director de la empresa.
“Toda la venta en supermercado se va a retrasar, porque tenemos como prioridad abastecer a los locales, donde tenemos que proteger los empleos. Estimamos que hoy estamos entre 38% y 40% por debajo en la venta en los supermercados. En los locales de la cadena, el 50% de la facturación es la venta de café en grano (envasado) o para consumir en pocillo”, precisó Salas.
“Si la situación se mantiene y no podemos abastecer a los locales, la facturación caería un 45%”, dijo el directivo en diálogo con Jorge Lanata, en Radio Mitre, y alertó que en un mes y medio no habrá café en la Argentina. “Nos queda stock de café para 30 o 45 días”.
Salas también comentó que tiene 9 listas de precios según las zonas: “Hay aumentos puntuales que se hacen quirúrgicamente para evitar que caigan las ventas y acomodarse a las posibilidades reales de la gente. Claramente, la economía argentina no está manejada por quienes las practican”.
De no solucionarse, deberán recurrir al dólar blue, lo cual se vería reflejado en el bolsillo de la gente: “Tener que empezar a pagar las importaciones al valor del dólar financiero sería tristísimo, porque deberíamos llevar el producto al doble de lo que está hoy, que ya es caro. Hoy ya es difícil para mucha gente acceder a un café o un desayuno, y esto es una pena porque mucha gente en épocas como esta reemplaza algo para comer en la cafetería porque no lo alcanza para el almuerzo”.
Los límites a las importaciones también impidieron la expansión para abrirse a nuevos mercados, según cuenta Salas “estábamos por entrar con la venta de café a los supermercados de Chile y tuvimos que dar marcha atrás. No podemos cumplir con los contratos y luego poder reconstruir ese canal nos va a llevar años, se pierde la confianza”, explicó.
“El problema está en las medidas que se toman y en la total desconexión con las cámaras del sector y con los empresarios”, aseguró Salas. Explicó que el cupo que les otorga el Banco Central para acceder a los dólares necesarios para la importación está basado en las importaciones del 2020 y 2021, las cuales fueron muy bajas debido a la pandemia por covid-19. Además, el precio internacional casi que se duplicó, por lo cual ese cupo no alcanza para cubrir la demanda.
Para variar, el cupo para la importación no es el único problema, “esta es temporada alta y se nos da una sumatoria de problemas. Al cepo para importar se agregan los problemas de transporte en Brasil, la falta de containers para el comercio exterior y, sobre todo, las fricciones políticas del país que no ayudan. Necesitamos algo de tranquilidad y de perspectiva”, destacó.
Actualmente, están esperando para poder reunirse, junto a otros empresarios del sector, junto a Daniel Scioli, quien está al frente del ministerio de Desarrollo Productivo.