Ante la crítica situación que atraviesa la industria láctea, el presidente de la mesa de Productores Lecheros de Santa Fe, Marcelo Aimar, advirtió ayer que "si seguimos a este ritmo vamos derecho a tener que importar leche".

 

"Hoy no se exporta nada porque no hay leche, y si seguimos con este ritmo vamos a terminar importando leche", alertó el dirigente y sostuvo que "no hay materias primas para fabricar queso y manteca". 

 

Asimismo, admitió que "los productores no hemos sabido cambiar esta historia" y sostuvo que "el Estado es el que no regula esta situación". "Cuando uno llega a un cierto nivel que llega a tirar la leche porque ya ni le convienen producirla, es lamentable. En la última protesta la hemos regalado", sostuvo el dirigente, en declaraciones a radio El Mundo, e informó que mañana habrá una reunión en el Ministerio de Agroindustria para analizar la crisis e intentar encontrar soluciones. 

 

En los últimos días, la industria láctea Mastellone Hermanos, comercializadora de La Serenisima, comunicó que a mediados de año cerrará la planta clasificadora de leche cruda ubicada en la localidad santafesina de Rufino y ofreció trasladar a otros establecimientos a los 17 empleados. 

 

El año pasado, la Argentina produjo 9.500 millones de litros, una cifra menor a lo procesado en 1998, con lo que la actividad se encuentra en los niveles más bajos de los últimos 20 años. Sancor, otra de las empresas más grandes del país, atraviesa una crítica situación financiera y por eso está gestionando un crédito millonario.