Científicos británicos advirtieron este martes que, el Reino Unido debe comenzar a prepararse de forma urgente para una segunda ola de contagios de coronavirus que podría llegar a matar hasta 120.000 personas durante el próximo invierno.
Un informe de la Academia de Ciencias Médicas británica señaló que debido a las interrupciones en la atención habitual hospitalaria por la pandemia y la posibilidad cierta de una epidemia de gripe durante el próximo invierno europeo, se prevé un escenario muy complicado para la salud de los británicos.
Según los científicos, estas situaciones suman presión al desafío sanitario que afronta el país a raíz de la pandemia de coronavirus, ya que en la época invernal suelen repuntar enfermedades infecciosas más comunes y agravarse las afecciones crónicas como el asma, los problemas coronarios, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el derrame cerebral.
Los especialistas expresaron preocupación por la incertidumbre sobre la evolución de la epidemia en los próximos meses, pero sugirieron prepararse para el "peor escenario razonable" que describieron como aquel en el que un infectado promedio podría contagiar a 1,7 personas a partir de septiembre.
Afirmaron además que el coronavirus tiene más probabilidades de propagarse en invierno, ya que la gente pasa más tiempo en casa y el virus es capaz de sobrevivir más tiempo en condiciones invernales más frías y oscuras.
En este escenario, alertaron que puede haber un pico de internaciones y muertes en los hospitales en enero y febrero de 2021, similar o peor que el que ocurrió durante la primera ola de contagios en la primavera de 2020, coincidiendo con un período de máxima demanda en los hospitales.
En ese escenario, estimaron que el número de muertes hospitalarias relacionadas con el coronavirus, -excluyendo las residencias de ancianos- podría llegar a ser de 119.900 entre septiembre de 2020 y junio de 2021.
Sin embargo, el informe aclara que estas cifras no tienen en cuenta el hecho de que el Gobierno trabajará para disminuir la tasa de transmisión, ni los recientes resultados de un ensayo para tratar a pacientes en cuidados intensivos con el esteroide dexametasona, que podría reducir sustancialmente las tasas de mortalidad.
Stephen Holgate, especialista en respiración del Hospital Universitario de Southampton, que dirigió el estudio, dijo que "esto no es una predicción, pero es una posibilidad de que ocurra y podría reducirse si tomamos medidas inmediatamente". "Con un número relativamente bajo de casos de coronavirus en este momento, esta es una oportunidad crítica para ayudarnos a prepararnos para lo peor que el invierno nos pueda deparar", agregó.
Ayer, otras 21 personas murieron por coronavirus, lo que eleva el total de muertes en el Reino Unido a 44.819, según los datos brindados por el Gobierno. La cifra, que cubre las muertes en hogares de ancianos, hospitales y la comunidad en general, es la cifra más baja del domingo desde que comenzó la cuarentena en marzo.
Fuente: Télam