¿Dónde está? La gran pregunta que sigue sin respuestas para varios argentinos, que han concurrido a marchas para reclamar por la aparición del joven artesano.

 

Ariel Garbarz, director del laboratorio de Seguridad de Comunicaciones de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), denunció que el juez federal Guido Otranto y la fiscal Silvina Ávila no aceptaron recibirlo ayer en la ciudad chubutense de Esquel para entregar los resultados de un "primer trabajo de geolocalización" del celular de Santiago Maldonado, que aportaba "datos de antena y zona" donde fue activado el 2 de agosto pasado, es decir un día después de su desaparición.

"Intenté aportar datos de antena y zona donde estuvo el celular de Maldonado el 2 de agosto, pero el juez y la fiscal no quisieron recibirme", aseveró el ingeniero electrónico y en comunicaciones, quien el domingo pasado viajó a Esquel para, en calidad de perito de las querellas representadas por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), realizar un trabajo de geolocalización del celular de Maldonado que -según indicó- "está comprobado que el 2 de agosto se encendió".

A través de su cuenta en la red social Twitter, afirmó que, incluso, la fiscal Silvina Ávila, quien interviene en los expedientes de los hábeas corpus y la presunta "desaparición forzada" de Santiago, "tampoco" lo dejó "aceptar el cargo de perito de parte" en representación de la Comisión Provincial por la Memoria.

"La fiscal no me recibió ni me dejó aceptar el cargo de perito" pese a que el juez Otranto "respondió a la CPM y la APDH que me propongan como perito de parte, cuando estos organismos de derechos humanos le pidieron que me designe como perito de oficio", dijo Garbarz a la agencia oficial de noticias Télam.

"Vuelvo a Buenos Aires indignado", declaró Garbarz a la agencia Télam, quien, luego de los trabajos de geolocalización, aspiraba a entregar ayer su informe a la Justicia y solicitar "medidas urgentes" en función de los resultados obtenidos que, indicó, "prueban que el celular se encendió el 2 de agosto" durante "22 segundos", al responder una llamada que realizó un amigo del joven, desde la localidad rionegrina de El Bolsón.

Según explicó, le permitieron establecer "cuál es la antena que atendió ese llamado". En declaraciones formuladas ayer a radio El Mundo, Garbarz afirmó que se trata de "la punta del ovillo para analizar" qué ocurrió con el joven, a partir de la geolocalización del celular que, según aseguran testigos, llevaba consigo en el momento en el que fue visto por última vez, el 1 de agosto, durante el operativo de Gendarmería Nacional en Chubut.

Días después de la desaparición de Maldonado, un amigo del joven artesano reveló ante el juez que el 2 de agosto alguien atendió durante 22 segundos uno de los tres aparatos que pertenecían a Santiago, más específicamente uno con línea chilena. Y que luego volvió a llamar y ya le dio apagado. Ahora, Garbarz quiere que la Justicia que active medidas que intenten precisar dónde exactamente se activó el celular. Pero él lo sabe. "El teléfono se encendió en Argentina", dijo al portal periodístico Infobae.