El brujo Manuel, oriundo de la localidad bonaerense de Gonnet, llegó ayer a Ecuador y realizó trabajos para tentar a la suerte en favor de Argentina durante la previa del trascendental partido que se jugó en el estadio Atahualpa de Quito.
El hechicero arribó a la ciudad de Guayaquil junto con Julián Camino y Claudio Gugnali, ex colaboradores de Alejandro Sabella, quienes le reconocen una importante influencia en la conquista de Estudiantes de La Plata en la Copa Libertadores 2009.
Manuel, de estrecha relación con el presidente de Estudiantes, Juan Sebastián Verón, se trasladó a Quito junto con los allegados del seleccionado argentino y fue uno de los primeros en arribar al estadio Atahualpa, donde realizó brujerías sobre los arcos, vestido con una chomba de colores celeste y blanco.
Los jugadores del seleccionado argentino desconocían su invitación, según reconocieron a Télam fuentes de la delegación, pero igual Manuel no tuvo contacto con ellos.
Según informaron varios medios, a Manuel le otorgan el título de brujo, pero sus seguidores afirman que lo suyo no pasa por artes oscuras y mucho menos mágicas. Dicen que ve muchas cosas que otros no y que tiene una energía especial. En su "consultorio" de La Plata atiende entre imágenes de Ceferino Namuncurá y de San Nicolás. Y aunque en la AFA ayer no hablaron sobre el hechicero, lo cierto es que ayer apareció y Argentina se reencontró con el gol.
Escondido
En Estudiantes suelen usar seguido los "servicios" de Manuel. Y por eso en Gimnasia de La Plata, dicen, no lo dejan entrar al estadio. Es más, una vez tuvieron que esconderlo en uno de los baúles de utilería del Pincha. Creer o reventar.