Debe ser cierto que el maillot amarillo pone alas. Lo demostró el francés Julian Alaphilippe (Deceuninck Quik Step) en el centenario exacto de la prenda que distingue al líder con una sorprendente victoria en la contrarreloj de 27 kilómetros de Pau, batiendo al galés Geraint Thomas, en una jornada que aupó al español Enric Mas a la cuarta plaza de la general.

 

Alaphilippe fue un cohete amarillo en Pau, reivindicando que merece ser considerado como favorito. Con un tiempo de 35 minutos reventó los pronósticos y se impuso por 14 segundos a Geraint Thomas (Ineos), defensor del título del Tour y favorito de la crono.
   
ALAPHILIPPE UN COHETE AMARILLO
   

Un vuelo a 46,6 kms/ hora entre el fervor del público francés que ahora sueña con el ciclista de Montluçon, de 27 años, brillante ganador de la crono esperada por los especialistas ante la inminente llegada de las etapas de alta montaña en Pirineos.

 

Hubo sorpresas. El belga de Gendt se coló en la fiesta como tercero a 36 segundos, empatado con el colombiano Rigoberto Urán. Pasó con nota Pinot a 49, Enric Mas, nuevo maillot blanco de mejor joven cedió 58 y Fuglsang 1.07. El ciclista balear, en progresión saltó a la cuarta plaza de la general a 2.44 de Alaphilippe.

 

La decepción fue el colombiano Egan Bernal, quien no estuvo con los mejores, perdió 1.36 y dejó claro que el líder del equipo, si el Tourmalet no dice lo contrario, es Geraint Thomas. Las pérdidas en las filas del Movistar, las previstas. Landa, mejor que Quintana, se dejó 1.45 minutos, y el boyacense 1,51.
   
DE GENDT, SU GOZO EN UN POZO
   
Resiste Alaphilippe, guerrillero con perilla incansable, pero la lógica indica que en los puertos debe ceder. Thernomas sigue como líder virtual con unas diferencias que empiezan a marcar su territorio. Le sigue el holandés Steven Kruijswijk a 46, Mas está a 1.18, Bernal se aleja a 1.26, Pinot a 3.22, Urán a 3.54, Quintana a 3.55 y Landa a 6.

 

Honor para Alaphilippe, que emocionó a la afición gala. Ya advirtió su compañero Enric Mas que podía sorprender en la crono. El mallorquín hizo diana. ‘Alaph‘ además tuvo el honor de subir al podio junto a leyendas del maillot amarillo, como Merckx, Hinault, Lemond, Roche, Zoetemelk…   Todos los cracks históricos se unieron para celebrar que justo hace 100 años un corredor llamado Eugéne Christophe vistió por
primera vez el maillot amarillo un 19 de julio de 1919.

 

Fiesta por todo lo alto en Pau. De ella participó casi todo el día el belga De Gendt, primera referencia de la crono hasta la llegada de los dos últimos corredores. Marcó 35.36 y parecía inamovible, como su posición en la silla caliente del primer clasificado.
   
THOMAS AMENAZA, ALAPHILIPPE GOLPEA
   
Pintaban bien las cosas para De Gendt, quien vio por la tele la caída y retirada de uno de los favoritos, su compatriota Wout Van Aert. Pero llegaron lo nubarrones coincidiendo con la salida de Geraint Thomas. El ganador del Tour 2018 fue el primero en bajar de los 22 minutos (21.54) en el kilómetro 15, la cota más alta en un recorrido de repechos en su primera mitad.

 

Parecía encarrilada la victoria de Thomas, con una segunda mitad de la crono más favorable para un rodador, pero Alaphilippe se fue
superando, con las alas de un líder que no quería dar su brazo a torcer.

 

Los 35.14 de Thomas echaron a De Gendt de la sala de espera, pero aún no se había sentado el jefe del Ineos cuando vio en lontananza
una locomotora amarilla, Era Alaphilippe, quien clavó el crono en 35 minutos, Suficiente para bajarse de la bicicleta, abrazarse a todo el mundo y empezar a creerse que había ganado en la crono en un día tan espacial. Había honrado el centenario del maillot amarillo.
   
ENRIC MÁS DE BLANCO
   
También fue un día espacial para Enric Mas. En el año de su debut ya es cuarto. Su sueño es el ‘top ten‘, pero el corredor de Arstá ya
mira el podio de cerca. concretamente a 32 segundos. A sus 24 años subió al podio para enfundarse el maillot blanco de mejor joven que
tenía Egan Bernal. Poco a poco, en voz baja, el segundo clasificado de la Vuelta avanza posiciones y hace soñar a la afición española como su
compañero Alaphilippe a la francesa.

 

‘Vamos a luchar por mantener el maillot amarillo y el blanco. Llega la montaña, su terreno, y su tono de voz se puede ampliar para anunciar nuevas metas. Un reto en marcha.

 

La etapa reina de los Pirineos es la decimocuarta del Tour, con un recorrido corto de 117 kilómetros entre Tarbes y la cima del Tormalet (Categoría especial), ‘el puerto de los puertos‘, a 2.115 metros de altitud, que se corona después de un ascenso de 19 kilómetros al 7,4 por ciento de pendiente media.