Sin miedo. Los niños no le tienen miedo a los alacranes, pero sus padres están en total alerta. 

 

 

En cada casa los frascos de dulce, las botellas de salsa y hasta algunos recipientes en los que habitualmente se guarda comida, son usados para atrapar alacranes. Es que con la llegada del calor, estos arácnidos, que también son conocidos como escorpiones, comenzaron a salir y a invadir a los vecinos de la villa Pedro Echagüe, en Santa Lucía. La gente de la zona dijo que vive con miedo y en alerta total. Anteayer un niño de 8 años tuvo que ser atendido en el Hospital Rawson por la picadura de un escorpión (ver página 7). El niño está fuera de peligro, pero igual los vecinos se mostraron enojados y dijeron que esto sucede todos los veranos. 

 

Dicen que en las noches no pueden dormir porque tienen miedo de que los alacranes trepen a las camas. Que sacuden la ropa cada vez que se visten, que no se animan a caminar sin calzado en el interior de sus casas y que miran los zapatos y zapatillas para ver que adentro no haya ningún alacrán. Es que están totalmente atemorizados porque todos los días encuentran estos arácnidos.  

Según los vecinos este problema se reaviva todos los veranos. Incluso ya hicieron numerosos reclamos en la municipalidad y los medios de comunicación para pedir una pronta solución.  

"Con la llegada del calor parecen invadirnos. Aparecen en las habitaciones, en el baño y en los placares. Los niños ya ni se asustan, es como si vieran una hormiga", dijo Raúl Arredondo, mientras mostró que anteanoche atrapó un alacrán que aún caminaba dentro del frasco. Al igual que este vecino la demás gente del barrio salió de sus casas con al menos dos frascos con escorpiones que atraparon.  

"Estamos cansados. No sabemos cómo pedir que nos vengan a ayudar. Si bien estamos acostumbrados a estos bichos, tenemos miedo. Hay muchos niños y no hay un lugar seguro. En las calles, de noche salen, como si fueran los dueños de todo. Ya le picó a un niño del sector 1 y no queremos que haya una desgracia por los alacranes", agregó Mabel Robles, otra vecina del sector 3 del asentamiento que está ubicado en la calle Balcarce. Según los vecinos los escorpiones llegan al asentamiento porque hay muchos terrenos que son usados para basurales, porque tienen un zanjón lleno de basura y muchas fincas en los alrededores.  

Ante esta situación desde la Municipalidad de Santa Lucía dijeron que ellos hacen la desinfección de insectos, como cucarachas, mosquitos y otros, que generalmente son el alimento de los alacranes, pero que a estos arácnidos los debe combatir el Ministerio de Salud Pública.  

 

Más alimañas. Los vecinos dicen que además hay muchas víboras y arañas en todo el asentamiento.

 

Susto por una picadura

 
Durante la noche del lunes, debido al insoportable calor, la familia Carrasco (vive en la zona 1 del asentamiento Pedro Echagüe) decidió dormir en el comedor de su casa para aprovechar que por las ventanas de esa sala entraba aire fresco, ya que dan al Sur. "Estábamos trayendo los colchones para acostarnos en el suelo, cuando Joel gritó que le picó algo. Cuando miré debajo de la mesa vi el alacrán que tenía la cola parada. Se me hizo un nudo en la garganta enorme", dijo Cristian Carrasco, el papá del nene que fue picado por un escorpión. De inmediato, Cristian y su mujer atraparon al alacrán, mientras que su hijo comenzó a decirles que sentía como "hormiguitas" en su pie. Entonces no lo dudaron y le pidieron a un familiar que los llevara hasta el hospital Rawson.

 
Los papás del nene contaron que en el hospital le pusieron suero, un antídoto y le dijeron que el alacrán no llegó a tirar su veneno, porque el chico sacudió rápidamente el pie y se lo sacó de él. "Fue una desgracia con suerte. En el hospital nos dijeron que tienen el antídoto necesario, pero si nos pica mientras dormimos capaz que no nos damos cuenta" dijo el hombre, que pidió que desinfecten la zona para que estos arácnidos no aparezcan más por sus viviendas. 

Los vecinos 
 
Lorena Bustos – 43 años 
"En una semana atrapé 3 alacranes dentro de mi casa. No se puede seguir viviendo así. Todos los años hacemos reclamos y siempre tenemos el mismo problema. Vivimos limpiando y no damos abasto".   

María Tejada – 30 años 
"Yo tengo terror, porque es un problema de todos los días. Estoy embarazada y no quiero ni pensar cuando nazca mi bebé. Hay días que hasta pienso irme de acá por el miedo que tengo".   

María Bazán – 40 años 
"Cuando empieza a oscurecer no podemos sentarnos en la puerta de la casa, ni en los patios, porque los alacranes comienzan a adueñarse de todo. Esta situación es muy fea, sobre todo para los chicos".