El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, dijo ayer que "no hay que hacer nada" con la Corte Suprema, a cuyos miembros consideró "respetables y dignos".
En cambio criticó a los jueces federales de los tribunales porteños de Comodoro Py, que concentran las principales causas contra la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner, que aspira a la vicepresidencia acompañando en la fórmula a Alberto Fernández. "Van acomodándose al calor del poder de turno", dijo Alberto Fernández en alusión a los magistrados de ese tribunal.
"La Corte nunca hizo algo que me hiciera reaccionar en términos de derecho; seguramente dictaron decisiones que no me gustaron, pero todas estuvieron fundadas", dijo Fernández, que es abogado y profesor de Teoría General del Delito en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
El exjefe de Gabinete de Néstor Kirchner aseguró que los miembros del máximo órgano de Justicia son "dignos, aún los que nombró (el presidente Mauricio) Macri". "Éticamente no se puede cuestionar nada de ellos", agregó en una entrevista con la periodista Ani Ventura en AM 750.
Fernández marcó que el presidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz, "tiene los compromisos de alguien que dejó de ser abogado para convertirse en juez", pero estimó que con el tiempo esos vínculos se fueron diluyendo.
En contraposición, criticó a los jueces del fuero federal. "Van acomodándose al calor del poder de turno y eso es malo definitivamente", analizó. "Yo lo que quiero es que hagan Justicia, algo que se olvidaron de hacer algunos de ellos los últimos años", agregó.
En mayo pasado, antes de ser candidato presidencial, Fernández desató una polémica al sostener que había jueces federales que "van a tener que explicar las barrabasadas que escribieron para cumplir con el poder de turno".
El candidato contó además que al papa Francisco lo vio en "dos o tres oportunidades" desde que llegó a Roma. "Yo siempre tuve mucho respeto, incluso en los años en que Néstor (Kirchner, el fallecido expresidente) estaba medio chinchudo con él. Él me decía que no lo conocía mucho, pero que tenía los mismos enemigos que nosotros", repasó.
Según reconstruyó, su dentista (que atendía a Jorge Bergoglio) le dio la dirección de mail que utiliza el Pontífice para sus comunicaciones privadas.
"Me dijo que el Papa preguntaba por mí, que estaba esperando que yo le escriba y lo hice aunque tenía mucha vergüenza. Y la verdad que tuvo una enorme generosidad en recibirme", recordó. Tiempo más tarde, Fernández le pidió una audiencia para dialogar sobre la detención del expresidente brasileño Lula Da Silvia, y el líder de la Iglesia Católica volvió a abrirle la puertas del Vaticano.
"Yo soy un católico poco practicante y estoy muy enojado con la Iglesia porque no practica muchos de los valores que nos pide practicar, sobre todo el amor por los pobres. Y debo admitir que Francisco me reconcilió con la Iglesia y para Navidad le envío un mail y le dije que era la primera vez que le escribía a un cura para esa fecha porque él me había reconciliado con la Iglesia", detalló.
Alberto descartó de plano la versión publicada por el Financial Times sobre una supuesta intermediación de Francisco para su reencuentro con Cristina: "Él es demasiado importante como para involucrarlo en las cosas mundanas de la política".