Con la llegada a Buenos Aires de los primeros invitados internacionales, como el presidente de Cuba,
Miguel Díaz-Canel, y los preparativos de la ciudad para acoger la celebración, Argentina inició ayer la cuenta atrás para que hoy 10 de diciembre Alberto Fernández sea investido como jefe de Estado y así el peronismo retome el poder. En consecuencia, habrá una gran fiesta popular en Plaza de Mayo al mejor estilo kirchnerista.
El comienzo de los actos está previsto a las 10.30 hora local cuando arrancará en el Congreso de la Nación la sesión del traspaso de mando, en la que, tras diversos trámites protocolarios, se llevará a cabo la jura, asunción y el discurso del nuevo presidente.
Ya ayer se pudo ver a operarios públicos terminando de engalanar con banderas argentinas las zonas en las que transcurrirán los festejos. De madrugada, y como había pedido el propio Fernández al reelecto jefe de Gobierno porteño, el macrista Horacio Rodríguez Larreta, se accedió a quitar definitivamente las rejas fijas de seguridad que dividían desde 2018 la Plaza de Mayo, donde está la Casa Rosada, sede del Gobierno.
La Constitución Argentina establece que al tomar posesión, el presidente y vicepresidente electos deben prestar juramento ante el presidente del Senado -función que ejerce la aún vicepresidenta en funciones del país, Gabriela Michetti- y con el Congreso reunido en Asamblea Legislativa, que engloba tanto a los diputados como los senadores.
Según detallaron fuentes parlamentarias, la llegada del nuevo mandatario al Parlamento está prevista para las 11.45, y ya dentro y tras la firma de libros de honor accederá junto a Cristina Kirchner al recinto de la Cámara de Diputados, donde ambos jurarán ante Michetti.
Según establece la Constitución Nacional, el nuevo jefe del Ejecutivo debe jurar en el Congreso y, si bien ese texto no hace referencia al bastón y la banda presidencial, cuyas entregas se realizan en un acto protocolar, esa ceremonia se concretará también en el mismo Palacio Legislativo y no en Casa Rosada como es tradicional.
Alberto quiso que toda la ceremonia de su asunción transcurriera en el Congreso a lo que el Presidente saliente accedió. Así, Mauricio Macri, el primer mandatario no peronista que completa su mandato desde el retorno de la democracia, hará entrega de los atributos de mando a Fernández: el bastón -realizado históricamente por el orfebre Juan Carlos Pallarols- y la banda con la bandera argentina.
Néstor Kirchner, en 2007, fue el primero en modificar ese procedimiento y hacer el traspaso en el Congreso cuando asumió su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, ya que optó por cambiar el esquema para que la entrega de atributos se realizara en el Palacio Legislativo y no en la Casa Rosada como sí lo habían hecho hasta el momento Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando de la Rúa.
Se trata de un acontecimiento histórico, ya que desde 1928 no sucedía que un presidente no peronista entregara el poder sin una crisis institucional, y tanto Alberto Fernández como el propio Macri destacaron el valor de este hecho histórico.
A diferencia de lo que ocurrió en 2015, cuando le tocó asumir la presidencia a Macri, Cristina Kirchner se negó a hacerle el traspaso de mando, y fue el Presidente Provisional del Senado, Federico Pinedo, el encargado de tomarle juramento al mandatario electo. Macri entregará formalmente los atributos de mando a su sucesor.
Tras prestar juramento, Fernández brindará un mensaje ante la Asamblea Legislativa, en la que explicará los principales aspectos del programa que instrumentará su gobierno en materia política, económica y social.
A continuación, los Fernández se retirarán del Congreso y viajarán en auto por la Avenida de Mayo, que se espera congregará a miles de personas, con destino a la Casa Rosada.
Una vez allí, en el Salón Blanco se realizará el saludo a las delegaciones extranjeras y por la tarde el nuevo presidente tomará juramento a los miembros de su Gabinete, en el Museo Casa Rosada.
Además, de forma paralela en la Plaza de Mayo -frente a la Casa Rosada- se desplegará un festival popular con actuaciones musicales que contará como colofón con unas palabras de Fernández.
Desde poco antes de las 14 y hasta las 19, más de 20 artistas pasarán por el escenario montado en la histórica plaza dejando cumbia, rock, floklore y tango.
Cristina: la sucesión y las dos Cámaras
Después de reinventarse detrás de la figura de Alberto Fernández, la expresidenta, Cristina Fernández, vuelve hoy a instalarse como la máxima representante del poder en Argentina. Aunque en los hechos es la número dos de la Casa Rosada, su poder de fuego puede eclipsar al nuevo Presidente. Cuando jure hoy, CFK pasará a tener el control político del nuevo Gobierno. Como vicepresidenta será la jefa del Senado y la segunda en la línea de sucesión presidencial. Manejará una Cámara Alta con poder absoluto con la suma de 42 senadores, cinco más de los necesarios para el quórum y aprobar las leyes. También tendrá el control de la Cámara de Diputados a través de su hijo, Máximo Kirchner, que será el jefe del bloque K con 120 bancas.
En la previa, advierte por el riesgo país
Horas antes de dar el paso más importante de su vida política, asumir la Presidencia del país, Alberto Fernández advirtió ayer en declaraciones radiales que "el riesgo de default es muy alto" y aseguró que en su gobierno "no va a haber una ola de excarcelaciones".
En materia económica, Fernández sostuvo que "el mercado nacional está impedido de pagar y el riesgo de default es muy alto. De hecho, Macri lo ha declarado. Creo que es toda su responsabilidad. Más allá de que lo acepte o no, a nadie le cabe duda sobre su responsabilidad por el tema de la deuda".
"Está claro que el Gobierno puso el cepo que puso porque se gastó todos los dólares. En ese estado de cosas es muy difícil dejar abierta la compra de dólares porque no los hay", continuó con lo económico.
Al preguntarle por los dichos pos PASO del presidente saliente Mauricio Macri y la reacción negativa de los mercados, dijo que "definitivamente es una locura". "Es la opinión del presidente… pero es alocado. Si los mercados reaccionaron así por miedo a que seamos un populismo chavista, fue por la culpa de Macri por haber mentido, porque no somos eso", aseguró.
A pesar de esto, Fernández explicó que el rumbo es el que se vio en Luján, donde ambos políticos coincidieron en la misa "antigrieta". "Fue una convocatoria de la Iglesia a la que fui gustoso".
Sobre las primeras medidas económica dijo: "Se van a conocer desde el primer día, pero no se resuelven las cosas". "Vamos a tratar de cambiar el rumbo; esta locomotora que iba derecho al precipicio. Va a parar y se va a dar vuelta". "Se trata de poner en marcha una economía muy lastimada y va a llevar tiempo. La primera necesidad es que la economía vuelva a funcionar". "Llevamos dos años de caída de consumo. Esto se resuelve poniendo recursos en la gente que menos tiene. Revisando los precios que en algunos productos como los alimenticios y farmacológicos, que tienen que ver con la vida de la gente".
Sobre la Justicia. "Terminemos con la argentina hipócrita. Porque cambió el poder la Justicia cambió. No lo estoy promoviendo, sino criticando". "El lawfare es lawfare más allá de la categoría ideológica del sujeto que lo padece. Y es malo". "Algo vamos a tener que hacer para tener una Justicia digna".