El presidente Alberto Fernández afirmó ayer que se pondrá ‘al frente’ de la discusión política para que ‘el Presidente o la Presidenta’ que asuma en diciembre de 2023, tras el proceso electoral del año próximo, sea del Frente de Todos (FdT) y no de quienes ‘entregaron al país y lo pusieron de rodillas’, en referencia al Gobierno de Mauricio Macri, de Juntos por el Cambio.
‘Les garantizo a todos que me voy a poner al frente de todos nosotros sin exclusión para que, en diciembre de 2023, el Presidente o Presidenta que asuma sea uno de nosotros. No voy a permitir que, otra vez, los que han entregado el país y lo han puesto de rodillas, vuelvan a hacerse cargo de una Argentina que le sirva a pocos’, dijo el mandatario al encabezar el acto oficial por los tres años de gestión en el Parque Colón, contiguo a la Casa de Gobierno.
Alberto, que en ocasiones fue considerado débil por opositores y oficialistas, dijo ayer que ‘el liderazgo no se ejerce gritando ni golpeando la mesa’, sino ‘convenciendo a todos’ ya que ‘el diálogo sirve mucho más’. ‘Muchos dicen que soy un Presidente timorato, que no ejerce el liderazgo. Pero yo creo que el liderazgo no se ejerce ni gritando ni golpeando la mesa sino convenciendo a todos’, expresó.
El mensaje de Alberto se da en medio de un peronismo en estado de deliberación tras la decisión de Cristina Fernández de Kirchner de no competir en las elecciones de 2023 y con los gobernadores y la Confederación General del Trabajo (CGT) ejerciendo presión para incidir en el armado electoral.
Alberto dio ayer una claro mensaje para la interna del Partido Justicialista (PJ), al señalar que se va a poner al frente del camino oficialista para las elecciones del año que viene. En el entorno presidencial sostienen que no está descartada aún la posibilidad de que Fernández pueda competir por un segundo mandato.
En el acto de balance de los tres años de gestión, no estuvieron ayer ni Cristina ni Máximo Kirchner, tampoco ningún referente de peso de La Cámpora ni los funcionarios nacionales de ese espacio. Hubo un solo gobernador, el tucumano Osvaldo Jaldo; apenas un puñado de intendentes del Gran Buenos Aires -Mario Secco, Leonardo Boto, Andrés Watson y Julio Zamora, entre algunos otros-; los sindicalistas Héctor Daer, Carlos Acuña, Gerardo Martínez y Hugo Moyano; el jefe del bloque de diputados nacionales, Germán Martínez, y un grupo chico de legisladores.
Eduardo ‘Wado’ de Pedro, el ministro del Interior, ni siquiera se molestó en caminar desde su despacho hasta el jardín trasero de la Casa Rosada.
Al fondo, bajo un calor intenso sólo soportable por una brisa suave y los pastos algo largos del parque, sobre la Avenida La Rábida, quedaron un buen número de sillas vacías. Adelante se situó el resto del gabinete y representantes de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Tampoco se hizo presente el ministro de Economía, Sergio Massa. Según trascendió, se atrasó por temas de agenda. Tampoco asistió su esposa, Malena Galmarini. El ministro de Economía sí entró a Casa de Gobierno por la explanada una vez terminado el acto, en medio de versiones sobre el anuncio de bonos para trabajadores y trabajadoras con menores ingresos.
- Lula espera venir el 24 de enero
El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hará su primer viaje oficial como jefe de Estado a la Argentina el 24 de enero próximo, para un encuentro bilateral con su par Alberto Fernández y para asistir a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), informó ayer el futuro canciller Mauro Vieira.
Vieira dijo que Lula da Silva no realizará ningún viaje antes de la asunción del 1 de enero próximo, pero que sus prioridades para sus primeros viajes son la Argentina, Estados Unidos y China. Asimismo aseguró que existe la decisión política de que Brasil vuelva a ser parte de la Celac, de la cual fue retirada por el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro.