Finalmente, la reunión entre Alberto Fernández y Joseph Biden en Washington no se concretará, al menos este años, ya que fue aplazada hasta 2023, en una fecha a determinar que será comunicada por la Casa Blanca a la Cancillería argentina.
El gobierno argentino dejó trascender que Biden mantiene su promesa de encontrarse con Fernández, pero durante las pocas semanas que quedan de 2022 optó por concentrarse en las elecciones de medio término en Estados Unidos -que se realizarán el 8 de noviembre-, la compleja situación internacional desatada por la guerra que Rusia lanzó contra Ucrania y la relación con el empoderado líder chino Xi Jinping.
Según esa versión, el encuentro en la capital estadounidense fue diferido para una fecha a determinar durante el próximo año. Sin embargo, varias fuentes diplomáticas confirmaron que esa reunión nunca fue realmente programada por el gobierno norteamericano ni tampoco estuvo jamás en la agenda de Biden.
Algunos culpan al embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, de no haber podido avanzar con su programación. Quizás, con malicia, sostienen que Argüello jugaba esa carta para convertirse en canciller.
Más allá de cualquier rumor, lo cierto es que la reunión no se hará porque Estados Unidos abriga dudas sobre una confusa política exterior argentina en relación a Rusia y China. En este sentido, consideran que no están dadas las condiciones para avanzar con una cumbre bilateral fructífera con la Argentina.
Biden considera a Vladimir Putin un dictador y toda su política exterior se orienta a terminar con la guerra ilegal que libra Moscú contra Ucrania. El líder demócrata protagoniza todos los esfuerzos económicos, bélicos y financieros para derrotar a Rusia y asume que no debe haber posiciones intermedias cuando el sistema internacional cruje por las ambiciones geopolíticas de Putin.
Alberto Fernández viajó a Moscú tres semanas antes de la guerra, cuando el ruido de tambores ya se escuchaba en las márgenes del río Moscova. El presidente se encontró con Putin en el Kremlin y ofreció a la Argentina como puerta de entrada de Rusia en América Latina.
Al mismo tiempo, el pasado 27 de octubre, el Departamento de Defensa dio a conocer la Estrategia de Defensa Nacional de los Estados Unidos. Se trata de un documento público de ochenta páginas que ubica a China en el centro de las preocupaciones de la Casa Blanca.
Mientras que, hace pocos días, Argentina se abstuvo al momento de votar a favor de una comisión auspiciada por la ONU para investigar las violaciones a los derechos humanos cometidas por Beijing contra la minoría de los uigures y Alberto Fernández felicitó a Xi por haber obtenido un tercer mandato consecutivo como Presidente del Partido Comunista de China.
Fuente: TN / Infobae
