Frente a Boris Johnson y Mario Draghi, anfitriones de la Cumbre del Cambio Climático (COP26), Alberto Fernández propuso que el Fondo Monetario Internacional (FMI) permita canjear la deuda de los países en crisis por financiamiento de proyectos de medio ambiente y habilite la posibilidad de utilizar los Derechos Especiales de Giro (DEGs) para el desarrollo sostenible.
“Es fundamental tener claro que sin financiamiento sostenible no habrá desarrollo sostenible y que las responsabilidades, si bien comunes, son diferentes entre países. El mundo en desarrollo necesita financiamiento genuino para avanzar con la agenda que aquí discutimos”, argumentó el jefe de Estado en la sesión liderada por los premiers de Gran Bretaña e Italia.
Alberto Fernández respalda las acciones que promueve el Acuerdo de París para atenuar las consecuencias del Cambio Climático, pero advierte que esas acciones no pueden perjudicar a los países pobres y de medianos ingresos que sufren la crisis social y sanitaria que causó la pandemia del COVID-19.
El temor del Presidente, ya expresado en una de las sesiones del G20 en Roma, consiste en la posibilidad de enfrentar una nueva barrera proteccionista levantada en Europa y en Estados Unidos con el argumento cumplir con las recomendaciones del Acuerdo de París.
“Para que la transición sea justa, necesitamos reglas multilaterales que eviten nuevas formas de proteccionismo propiciadas bajo la forma de preocupaciones ambientales”, dijo el jefe de Estado en la COP26.
Junto a esa preocupación geopolítica, Alberto Fernández intenta lograr que la deuda de 44.000 millones de dólares contraída por Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI) pueda utilizarse como una palanca de crecimiento en lugar de actuar como un sobrepeso que complica el acceso de las inversiones productivas a favor del medio ambiente.
“Promovemos el canje de deuda por acción climática. Necesitamos diseñar mecanismos de pagos por servicios eco sistémicos e instalar el concepto de deuda ambiental”, planteó el presidente la cumbre de Glasgow.
La propuesta de Alberto Fernández para utilizar al FMI como organismo multilateral que respalde futuros proyectos de medio ambiente, no termina en plantear que acepte canjear deuda de los países pobres y de medianos ingresos.
El presidente también sugirió -durante su discurso en Glasgow- que los Derechos Especiales de Giro (DEGs) del FMI puedan usarse para cumplir las metas del Acuerdo de París en las zonas más castigadas del planeta.
“Hago un llamamiento para que seamos capaces de avanzar en un instrumento eficaz que nos permita canalizar los Derechos Especiales de Giro (DEGs) para el desarrollo sostenible. En el caso de América Latina y el Caribe, la canalización de estos recursos hacia la banca regional de desarrollo es clave para apalancar la transición tecnológica necesaria para revertir una dinámica preocupante que hoy es evidente para todos”.
Por último, Alberto Fernández propuso la creación de un comité global que arbitre cómo se usarán los fondos de los organismos multilaterales ya asignados a destinados a apoyar -en proyectos concretos- las recomendaciones del Acuerdo de París. Se trata de millones de dólares que, habitualmente, son asignados bajo la mirada de Estados Unidos y ciertos países de Europa.
“Es por ello que proponemos la conformación de un Comité político y técnico sobre financiamiento climático, con representación equitativa de países desarrollados y países en desarrollo, que reconozca el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, que tenga en cuenta las limitaciones estructurales y el bienestar social de todos nuestros pueblos”, argumento el mandatario al cerrar su discurso en la primera jornada de la cumbre de Glasgow.
Fuente: Infobae