Alberto Fernández estaba comiendo anoche en el mismo lugar donde lo hace habitualmente. A metros de su mesa había otro comensal con una mujer, la cual se supo luego que era su hija.

 

Cuando la mujer se levanta para ir al baño el hombre se acerca a la mesa del ex funcionario y comienza a increparlo: "Ladrón, chorro, vos defendés a la chorra, hijo de puta…"; y repetía sin cesar esas palabras.

 

El ex jefe de Gabinete se levantó de su mesa y le pidió que se aleje y lo deje cenar tranquilo. El hombre continuaba con los insultos. Un grupo de turistas chilenos vieron la situación y también pidieron tranquilidad al comensal que estaba fuera de sí.

 

"Andate, andate, dejame tranquilo", fueron las palabras de Fernández. En ese momento, se suma otra pareja que estaba comiendo en el lugar para solicitar calma pero no lo logran. Fue ahí que el ex funcionario decide pararse para intentar hablar con quien lo estaba agrediendo, y según contó a Infobae: "Venía directo a pegarme, me acerco y me golpea con su hombro en mi cuerpo y se cae al piso. Comienza a gritar que yo le había pegado. Todos los presentes le pedían que finalizara con ese acto porque nadie lo había tocado pero seguía gritando y estaba claramente alcoholizado".

 

Frente al disturbio los encargados de La Cabaña llamaron a la Prefectura, encargada de la seguridad en Puerto Madero, y al ver la situación decidieron que ni ameritaba labrar un acta. Al levantar al hombre del piso, confirmaron el estado de ebriedad y notaron que al tirarse se había golpeado la cabeza y tenía un pequeño corte.

 

Uno de los comensales chilenos, que resultó ser médico, lo sentó en una silla, lo revisó y decidió llamar a una ambulancia porque había que realizarle una pequeña surtura al corte. Nunca perdió el estado de conciencia y continúo insultando a Alberto Fernández.

 

"Yo nunca le pegué ni le pegaría a nadie. No es mi estilo, no lo fue ni lo será", dijo el ex jefe de Gabinete a Infobae luego de relatar lo sucedido.