El presidente Alberto Fernández llamó ayer a "terminar con la discusión de los empresarios por un lado y el Estado por el otro" y afirmó ayer que la Argentina "necesita de empresarios con vocación de invertir y crecer", al tiempo que defendió la inversión estatal en la empresa Aerolíneas Argentinas.
Así lo manifestó ayer al inaugurar la nueva terminal de partidas del Aeropuerto Internacional de Ezeiza que duplicará su capacidad operativa, hasta 30 millones de pasajeros por año.
"Las obras no son de un gobierno; son de los argentinos. Qué importa quién lo empezó, lo importante es concluirlo y que se vuelva realidad", dijo el mandatario en su discurso de inauguración de la nueva terminal.
Al referirse a la nueva terminal, el mandatario señaló que es la "más grande de América latina" y dijo que es un "orgullo" para los argentinos.
"Es una obra que no iniciamos nosotros, sufrió vicisitudes. Se paralizó por cuestiones económicas y no nos asombra. El 70% de la obra pública estaba paralizada por cuestiones económicas. Pero nosotros, a diferencia de otros, no paramos las obras. Las obras que hacían falta, no importa quién las había iniciado, lo importante era terminarlas", señaló.
Se refirió luego a Aerolíneas Argentinas: "Tenemos una línea de bandera que protegemos y cuidamos y todos los días nos damos cuenta de lo importante y necesaria que es. Aquellos que decían que Aerolíneas Argentinas era una caja negra en la que todo se perdía, ven que hoy puede ser una compañía que presta servicio a todos los argentinos, que puede ser rentable y que cada vez necesita menos del Estado argentino", destacó.
La obra en el aeropuerto de Ezeiza demandó una inversión de 230 millones de dólares y comenzará a operar el lunes 17 de abril, tanto para los servicios internacionales, como para los de cabotaje. El nuevo complejo, de 50.000 metros cuadrados demandó para su construcción el trabajo de más de 2.500 personas.