A pocas horas de flexibilizar el cepo a las exportaciones de carne, el Gobierno nacional volvió a la carga con otra medida de seducción para el sector agropecuario para intentar cambiar el estado de ánimo del campo, un sector clave para la economía del país y principal fuente de ingreso de divisas.

Se trata del proyecto de ley para favorecer la industria agroindustrial con beneficios impositivos para aumentar las exportaciones y así generar más y nuevos puestos de trabajo a través de nuevas inversiones, con criterio federal, en la producción agropecuaria y agroindustrial de las 24 cadenas de valor del país.

Justo en el día que comenzó la campaña con miras a las legislativas del 14 de noviembre, la presentación del proyecto fue la excusa perfecta para el Gobierno para bajar señales de unidad puertas adentro del frente de Todos: el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Kirchner, se mostraron juntos por primera vez en un acto público después del quiebre tras la dura derrota en las PASO que precipitó los cambios en el Gabinete. Además, Alberto se apegó a la nueva estrategia de campaña con un discurso de tono conciliador, sin sus acostumbradas, alza de voz que generalmente suelen generar mucho ruido entre propios y extraños.

"Esta ley es el resultado de un trabajo de más de un año, es el resultado de escucharnos y buscar puntos de encuentro, de ver cómo conciliamos intereses, que no necesariamente son siempre los mismos", afirmó Fernández al tomar la palabra. Y resaltó: "Esta ley reivindica la cultura del encuentro y el diálogo".

"Hoy que se está dando un paso para ponerle fin a una disputa de años, entre el agro y la industria y la industria y la tecnología", afirmó el Presidente.

Entre los objetivos específicos, el proyecto ley de "Fomento al Desarrollo Agroindustrial" se plantea poder exportar 100.000 millones de dólares y cumplir la meta de 200 millones de toneladas de cereales, oleaginosos y legumbres.

Con el proyecto de ley de Fomento al Desarrollo Agroindustrial el Ejecutivo tiene la ambiciosa meta de que las exportaciones crezcan de 65 mil a 100 mil millones de dólares y generar hacia 2030 unos 700 mil puestos de trabajo. El texto propone fundamentalmente agregar valor a los productos para promover inversiones, incrementar las exportaciones de bienes y servicios del sector, aumentar el ingreso de divisas y alcanzar la meta de 200 millones de toneladas de producción de cereales, oleaginosas y legumbres en 2030. También se establecerán estímulos fiscales e impositivos para los productores. Se establecerán cinco criterios (producción, empleo, ventas, exportaciones y nuevas inversiones) para establecer las líneas base de la "incrementalidad", informó el nuevo ministro el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, que irá al Congreso a defender el proyecto.

Los beneficios equivalen a una reducción de la alícuota de Ganancias del 30% al 22.8%. Estiman una inversión potencial adicional por año de 860 millones de dólares.

La norma se propone también incrementar el uso de semilla fiscalizada de especies autógamas de producción nacional y estimular la producción sustentable empleando fertilizantes e insumos, incluyendo los biológicos. Además, se estableció un certificado de crédito fiscal intransferible, hasta el 50% de los gastos y erogaciones deducibles del Impuesto a las Ganancias correspondientes a adquisiciones de fertilizantes orgánicos e inorgánicos, insumos y fertilizantes e insumos biológicos, semillas autógamas, forrajeras y hortícolas, debidamente identificadas y fiscalizadas.

 

  • Amplios beneficios para los ganaderos

El régimen establece que los productores, ante la valuación de hacienda vacuna a los fines del impuesto a las ganancias, podrán optar por valuar sus existencias al momento de la venta y no durante el tiempo de engorde. La norma abarca a la hacienda cuyo peso promedio sea igual o superior a los 400 kilogramos vivo o que esos animales presenten un rendimiento en playa de faena de 225 kg res con hueso en gancho. También dejarán de pagar el Impuesto a las Ganancias durante los años de engorde y lo harán cuando los productores vendan los novillos. Por otro lado, se prevé la devolución de IVA para inversiones en un año, cuando hasta ahora se realiza en 4, lo que beneficiará y alentará a plantas frigoríficas, acopios, usinas lácteas, plantas de balanceado, planta de tratamiento de frutas, etcétera.

Los interesados dispondrán de una "ventanilla única digital". La norma se propone también incrementar el uso de semilla fiscalizada de especies autógamas de producción nacional y estimular la producción sustentable empleando fertilizantes e insumos, incluyendo los biológicos.