El día después de la histórica derrota del peronismo en las PASO del domingo, el presidente Alberto Fernández giró ayer sobre sus pasos y ratificó el rumbo que el Gobierno del Frente de Todos inició en 2019. Fue una definición inesperada teniendo en cuenta que en su primera reflexión en el búnker la noche del domingo reconoció que se cometieron errores y prometió que iba a escuchar el mensaje de las urnas para dar respuestas a la gente y juró que iba a revertir el resultado negativo de las PASO en las legislativas del 14 de noviembre.

"Confío en que el camino que iniciamos en 2019 no se altere", dijo el Presidente y sostuvo que se debe "priorizar al capital argentino que produce y da trabajo en la Argentina" y ratificó que "nada hay más importante que el desarrollo de la industria".

"Confío que este camino que iniciamos en 2019 no se altere. En lo que nosotros concierne no se va a alterar", aseguró Alberto Fernández en un mensaje para propios y extraños en medio de un alto grado de incertidumbre sobre el rumbo que tomará el gobierno para intentar revertir la contundente derrota electoral en 17 de los 24 distritos del país.

Fernández emitió ayer un breve mensaje sin hacer una referencia puntual a los comicios del domingo durante el acto en el Museo del Bicentenario, en la Casa Rosada, donde presentó el proyecto de Ley de Compre Argentino, Desarrollo de Proveedores y Compras para la Innovación.

Alberto no dio pistas sobre dónde pondrá el foco el Gobierno a partir de ahora, si habrá anuncios económicos o de corte social para inyectar más dinero en los bolsillos de los argentinos. Tampoco hay certezas sobre el reguero de rumores sobre cambios en el Gabinete nacional donde hay varios ministros en la mira de Cristina Fernández desde hace mucho tiempo y hoy aparece como una alternativa lógica para relanzar el gobierno.

Lo que sí abundó en el día después de la derrota fue el fuerte cuestionamiento al Presidente y su equipo por parte de personajes del kirchnerismo como así también de La Cámpora, la agrupación de Máximo Kirchner.

El peronista Frente de Todos sufrió una paliza al obtener apenas un 30% de los votos en las primarias frente a cerca del 38% de la coalición de centroderecha Juntos por el Cambio.

La larga crisis económica y la pandemia convirtieron a las primarias en una suerte de plebiscito sobre la gestión de Fernández, que había llegado al poder en 2019 con casi el 50% de los votos.

"Esto va a tener consecuencias significativas en el balance interno de la coalición gobernante. Hay que plantearse la posibilidad de giros. Uno no puede descartar una radicalización, pero hay que considerar la hipótesis de un giro hacia el centro", dijo el analista Sergio Berensztein.

Fernández representa el ala moderada de una coalición en la que conviven liberales con defensores de amplias regulaciones estatales a la economía, como los llamados "kirchneristas duros", representados por la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.

La expresidenta es la cara más poderosa de la coalición oficialista, por lo que sus posturas políticas y económicas han tenido hasta el momento tanto peso como las del Presidente.

Tras la cachetada que significaron las primarias, muchos expertos se preguntan si el Gobierno apostará por políticas heterodoxas como la emisión monetaria para aumentar los subsidios a los pobres, a expensas de acelerar la ya altísima inflación, o por una mayor ortodoxia económica para anclar las expectativas de la población. "Ese debate se da dentro de la coalición. El Gobierno no pretende radicalizarse, no sería ese el camino. Lo que yo no sé es si hay margen político para esa nueva apuesta (de moderar la gestión oficial)", dijo una fuente del Gobierno.

 

  • El campo espera una menor intervención

El sector agropecuario del país dijo ayer que espera que el Gobierno de Alberto Fernández, quien intentó regular los mercados de cereales y puso cupos a la exportación de carne, revea sus políticas intervencionistas hacia el sector luego de la dura derrota del domingo en las primarias para las elecciones de medio término. En el campo creen que la derrota abre la ventana a una posible moderación en el oficialismo, según la visión de los líderes de las asociaciones agropecuarias.

El resultado del domingo "me alienta a pensar que en el Gobierno empiecen a poner atención sobre las medidas que están llevando a cabo con el campo y que están equivocadas", dijo a Reuters Jorge Chemes, titular de Confederaciones Rurales Argentinas. Por su parte, el presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni, también expresó su optimismo con respecto a un retroceso en el intervencionismo del Gobierno, que el mes pasado prorrogó un cupo del 50% a las exportaciones de carne bovina, enfureciendo a los productores rurales. "Esperamos que la dirigencia política esté a la altura del mensaje de las urnas", dijo.

Más gasto en puerta

El Banco Central informó ayer haber girado al Tesoro Nacional $80.000 millones en concepto de Transferencia de Utilidades para financiar gastos. La operación se realizó el 8 de septiembre y se sumó a otros $60.000 millones que la entidad monetaria había emitido por el mismo concepto el viernes 3 de septiembre.

Optimismo de Trotta

El ministro de Educación, Nicolás Trotta, sostuvo ayer que el oficialismo no tuvo "el resultado esperado" en las PASO de este domingo, pero aseguró que el Gobierno tiene la capacidad "de revertir situaciones" para cambiarlo en las elecciones generales del 14 de noviembre, redoblando esfuerzos.