Después de no conseguir el respaldo prometido por su amigo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ni tampoco el apoyo clave del presidente de EEUU, Joe Biden, Alberto Fernández bajó a su candidata de la carrera por la presidencia del BID y y dejó que Brasil tome las riendas del banco con Ilan Goldfajn.
AMNO terminó jugando para su propio candidato y casi deja a la Argentina con las manos vacías, que salvó la ropa quedándose con una de las vicepresidencias del organismo crediticio, denominada de Sectores y Conocimiento; a lo que sumará la Gerencia de Infraestructura y Energía.
Alberto Fernández ya había fallado en 2020 cuando impulsó la candidatura para presidir el BID del secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz. Sucedió cuando el expresidente de EEUU, Donald Trump, nominó al presidente saliente Mauricio Claver-Carone, y ocurrió ayer con el apoyo de Biden al candidato de Brasil.
Ahora, tras una larga y discutida negociación de madrugada, Fernández retiró la postulación de Cecilia Todesca Bosco y aceptó dar su voto a Ilan Goldfjan, el candidato del saliente presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Así, el gigante de Sudamérica se quedó con la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el organismo clave de financiamiento para la región.
Frente al abandono de México, y sin los votos para imponer a Bocco Todesca, se abrió un juego diplomático que se apoyaba, inevitablemente, en la nominación de Goldfajn.
La Casa Blanca también quería un candidato de consenso, pero se inclinaba por apoyar -en silencio- a Goldfajn, que tiene un puesto muy importante en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y es respetado en Washington.
Goldfajn sustituirá en el cargo al estadounidense Mauricio Claver-Carone, destituido el pasado 26 de septiembre por la Junta de Gobernadores, después de que una investigación concluyera que dispensó un trato de favor a una subalterna con la que mantenía una relación sentimental.
El candidato de Brasil obtuvo el 80% de los votos, indicaron fuentes en Washington, en una reunión extraordinaria de la Asamblea de Gobernadores del Banco, y asumirá el cargo el 19 de diciembre por un período de cinco años, informó el BID.
Para llegar a la presidencia del BID, un candidato debe obtener una mayoría del poder de voto de los países miembros y contar, además, con el respaldo de al menos 15 de los 28 países regionales. .
Estados Unidos tiene 4.820.973 votos (30,6%), Argentina y Brasil detentan -cada uno- 1.609.577 (11.3%), México posee 1.034.744 (7,299 por ciento), Chile cuenta con 442.130 (3,119) y Colombia con un número similar.
Es decir: la Casa Blanca ordena la votación por su minoría relativa, que sólo podría ponerse en jaque si Argentina, Brasil y México -al menos- jugaran la partida de manera coordinada. Una hipótesis de trabajo que no tiene espacio en la actual coyuntura política de América Latina.