El peronista Alberto Fernández cumplió ayer su cuarto día como presidente electo de Argentina, tiempo en el que ha dado las primeras pinceladas sobre su alineamiento en política exterior en varias publicaciones en sus redes sociales dirigidas a mandatarios extranjeros. Y por lo expuesto ni Brasil ni Chile serán su prioridad, parece decidido a dar el gran salto fuera de los confines de sudamérica y apunta a México como socio estratégico en el plano económico y político. Ambos no apoyan al Grupo Lima, un puñado de países que puja para terminar con la "dictadura" de Nicolás Maduro en Venezuela. Y en el plano económico, Alberto está más lejos que nunca de tener como socio a Brasil, paradójicamente el mayor socio comercial de Argentina y del Mercosur.
Tras conocerse los resultados de los comicios, que con el 48,10% de los votos lo situaron como nuevo presidente del país, recibió felicitaciones por Twitter de diversos presidentes o jefes de Gobierno, como Nicolás Maduro (Venezuela), Sebastián Piñera (Chile), Justin Trudeau (Canadá), Boris Johnson (Reino Unido), Pedro Sánchez (España),ect. Y por supuesto también recibió el saludo de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México que tendrá el honor de ser el primero al que visite Alberto como presidente electo de Argentina.
Alberto viaja este sábado rumbo a México y el lunes se reunirá con AMLO, como llaman al mandatario uniendo las iniciales de sus nombres y apellidos.
Acompañado del diputado nacional Felipe Solá -candidato a ocupar la Cancillería- y Santiago Cafiero, -eventual jefe de Gabinete de Alberto-, el mandatario electo cumplirá con la visita postergada durante su campaña, ya que estaba planificado un encuentro con López Obrador luego de su gira por España el pasado mes de septiembre.
La reunión entre ambos dirigentes latinoamericanos cobra mayor relevancia porque, tanto AMLO como Fernández, coinciden en su visión sobre el gobierno venezolano de Nicolás Maduro, que se diferencia del Grupo de Lima, que impulsan los presidentes Sebastián Piñera (Chile), Jair Bolsonaro (Brasil) y Mauricio Macri (Argentina).
Alberto y López Obrador han sostenido en varios discursos que existe una situación política conflictiva en Venezuela que "deben resolver los propios venezolanos", y ambos, junto con Uruguay, se niegan a intervenir en la política interna de ese país, lo que contradice a la posición adoptada por el Grupo de Lima y los Estados Unidos.
Otro de los puntos que debatirá son los pasos a seguir en la consolidación del Grupo de Puebla, un nuevo sector continental que buscaría acercarse a los ideales de la Unasur, creada por los expresidentes Hugo Chávez (Venezuela), Luiz Inacio "Lula" da Silva (Brasil) y Néstor Kirchner (Argentina).
El exjefe de Gabinete kirchnerista, quien fue invitado personalmente por el mandatario mexicano poco antes de las elecciones, también mantendrá encuentros con empresarios locales y con intelectuales, aunque la agenda definitiva todavía no se conoce.
El próximo viernes 8 será la segunda reunión del Grupo de Puebla, que se realizará en Buenos Aires, donde se darán cita líderes de Latinoamérica con el fin de avanzar en una integración regional.
Quejas por las subas
"El Gobierno está haciendo lo que prometió", le dijo Alberto a Clarín. "Dijeron que frenaban los aumentos hasta la elección y ahora los autorizan a favor de sus amigos", disparó. Un colaborador suyo negó que las medidas estén acordadas.