La nueva devaluación del peso frente al dólar alteró los costos de las empresas. Si las compañías tienen que reflejar lo que pasa en estas horas, deberían avanzar en remarcaciones. Sin embargo, esperarán a ver la reacción del Gobierno antes de definir. Eso si, está tomada la decisión de cuidar los "stocks", es decir tratar de evitar que distintas partes de las cadenas comerciales compren para almacenar.
La presión sobre el dólar preocupa a las empresas, pero también al Gobierno. El presidente Mauricio Macri instruyó al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, para que tome medidas tendientes a que la devaluación no se traslade de forma inmediata a los precios. El Poder Ejecutivo no ha dejado trascender nada al respecto. Distintos empresarios cercanos al oficialismo están optando por cierta prudencia, más por instinto propio que por información, según cuentan.
Los principales proveedores de supermercados aclararon que no modificaran importes de productos que ya enviaron. Sin embargo, estiman una remarcación de entre 5% y 10% para los que tienen que entregar en los próximos días. En las cadenas se debaten al respecto. Si convalidan las nuevas listas de precios que les envían sus proveedores, deberán aumentar. En caso de que no acepten, es probable que aparezcan algunos signos de desabastecimiento.
Una compañía que participa del programa oficial de "productos esenciales" ya avisó que no puede seguir trabajando con los importes actuales. Las cadenas notificaron a la secretaría de Comercio, pero quedó pendiente una definición.
Varios consultados están a la espera de la reacción oficial frente a la devaluación. De no haberla, consideran inevitable las correcciones en los precios. La decisión inmediata es "cuidar los stocks". Esto quiere decir despachar productos a niveles "normales", para evitar que alguien acumule y de esa forma especule luego.