En una resolución de más de 400 páginas, Rappa dictó el procesamiento del otrora extodopoderoso exgobernador tucumano por abuso sexual simple en tres oportunidades y abuso sexual agravado en seis oportunidades. También le impuso un embargo por 2,5 millones de pesos.

El caso que escandalizó a Tucumán se dio en un contexto donde el denominado ‘zar’ ostentaba todo el poder político y económico de la provincia que le garantizaba impunidad absoluta. Por todo eso, el juez que lo procesó hizo mención en su fallo al "sometimiento sexual ultrajante" que Alperovich le infringió a su sobrina de 29 años. La resolución hace una detallada reconstrucción de los hechos que se investigan y es por eso, con el fin de preservar a la víctima, que el fallo se mantiene en reserva.

Los abusos denunciados se habrían consumado entre 2017 y 2019 en la Ciudad de Buenos Aires y Tucumán; por esta causa, el exgobernador declaró a fines de abril y negó las acusaciones, sosteniendo que se trata de "una maniobra en su contra". Vale aclarar que fue la primera vez que Alperovich se presentaba ante la Justicia sin los fueros parlamentarios.

La denuncia contra el exgobernador tucumano fue presentada en 2019 por su sobrina segunda y excolaboradora, quien lo acusó por hechos de abuso sexual presuntamente ocurridos durante 2017.

En ese entonces, la causa se tramitó en dos jurisdicciones distintas: en el fuero criminal de la Ciudad de Buenos Aires y en la Justicia tucumana.

Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia de la Nación de mayo del año pasado, se resolvió que todos los hechos debían investigarse en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°35 en la Ciudad de Buenos Aires.

En 2020, cuando tenía 29 años, la sobrina del exgobernador escribió una carta en la que contó que Alperovich la violentó ‘sexual, física y psicológicamente’ desde diciembre de 2017 hasta mayo de 2019.

‘Durante un año y medio sufrí violaciones a mi integridad física y sexual. El avasallamiento fue demoledor. Tanto que ni siquiera pude ponerlo en palabras. Él oscilaba libre y cómodamente en los tres escenarios ante los que me posicionaba: el familiar, el laboral y el del horror de la intimidad que me forzaba a vivir con él’, planteó la mujer.. Cuando no le ponés nombre, no existe’ aseguró en esa misiva, donde reveló sobre su tío: ‘No quería que me besara. Lo hacía igual. No quería que me manoseara. Lo hacía igual. No quería que me penetrara. Lo hacía igual. Inmovilizada y paralizada, mirando las habitaciones, esperando que todo termine, que el tiempo corra’.

Cuando la denuncia tomó trascendencia pública, Alperovich era senador nacional por el kirchnerismo y tenía mandato hasta diciembre de 2021. Pero, por el escándalo decidió tomarse licencia con goce de sueldo y bajó su perfil público. En 2019 intentó volver a la gobernación, pero fue derrotado en las urnas. Quedó cuarto.