Después del escándalo que significaron sus amenazas de matarse en la sede del CAVIG de Alem y Rivadavia, Capital, porque no quería ser detenido por un caso de violencia doméstica, la causa contra el ex jefe de la seccional 24ta, el comisario inspector Marcelo Pérez, puede quedar en nada. Es así porque Fiscalía accedió a concederle probation, es decir, a suspenderle el juicio durante un año y someterlo a prueba con reglas de conducta, como el cumplimiento de tareas comunitarias en favor del bien público, ofrecer una reparación simbólica del daño causado y, principalmente, no acercarse ni molestar a la víctima.

Si cumple, la acción penal en su contra se extinguirá, lo que significa que no le quedará ningún antecedente por esa causa en su planilla prontuarial. Según fuentes judiciales, a través de su defensor, Leonardo Villalba, Pérez ofreció pagar $100.000 en dos cuotas a la víctima como forma simbólica de reparar el daño; 24 horas de trabajo comunitario a cumplir durante 2 meses en el municipio de Chimbas y no acercarse a menos de 300 metros a la víctima quien, como Parte Querellante, no se opuso a que el caso tuviera esa salida, indicaron.

Si Pérez vulnera alguna de las condiciones, se le revocará la probation y será juzgado

Lesiones leves agravadas por el vínculo (la víctima es una mujer con la que tiene una hija en común) y amenazas simples son los delitos que le imputaron al jefe policial, por un episodio que ocurrió el martes 25 de abril pasado en medio de una discusión.

Tras la denuncia, el fiscal José Tomás Plaza (UFI CAVIG) pidió la detención del sospechoso al juez Andrés Abelín Cottonaro. Al día siguiente, el miércoles 26 de abril, Pérez se acercó hasta la sede de CAVIG (Centro de Abordaje de Violencia Intrafamiliar y de Género) y allí ocurrió una situación muy tensa, porque no quería ser detenido y menos esposado. Según los voceros, ese día fue necesaria la intervención de los negociadores especializados del GERAS y casi 10 policías para poder controlarlo y trasladarlo preso hasta la seccional 28va. Y si bien más de uno sospechó que aquella vez el comisario pudo estar bajo los efectos de alguna sustancia tóxica, no hubo ningún examen corporal para comprobarlo, indicaron.

Por esas horas era buscado por policías del GERAS, porque Pérez tiene una alta preparación física, con reconocimientos incluidos. En algún momento de su carrera, esa capacitación física le valió para ser instructor en la Escuela de Policía. Y, de manera externa, sus habilidades le sirvieron también para ser principal referente en la seguridad de los locales comerciales de un importante empresario del combustible, indicaron voceros policiales.

Según las fuentes, Fiscalía accedió a concederle la probation al comisario inspector porque no utilizó su arma reglamentaria en los delitos que le atribuyen y porque se acreditó que el episodio ocurrió en su esfera privada y no cuando cumplía sus funciones públicas.

Si Pérez vulnera alguna de las condiciones impuestas por el juez Abelín Cottonaro, se le revocará la probation y podrá tener un juicio común que podría acarrearle una condena.

 

  • Tenía “una sanción”

Según fuentes policiales, Pérez registra una vieja sanción de cuando era instructor en la Escuela de Policía y protagonizó un episodio de violencia (le habría pisado la espalda a un cadete). Por ese hecho, resultó investigado y, al final de un sumario en el que se defendió, fue sancionado con 30 días de suspensión, precisaron.