El desafío principal de la Argentina hoy, ante el acecho de la variante Delta, es tener a todas las personas de mayor riesgo vacunadas con dos dosis contra el coronavirus antes de que se desencadene el huracán de la tercera ola. ¿Se podrá? El talón de Aquiles de ese objetivo es el segundo componente de vacuna Sputnik V, cuyos problemas de producción lo han vuelto un bien demasiado escaso.
En ese contexto, en la Ciudad se espera el inminente comienzo de un ensayo de combinación de vacunas, que puede ser clave para millones de argentinos que necesitan una solución para ese déficit. En el experimento, los que recibieron la primera dosis de la vacuna rusa obtendrán como segunda la de AstraZeneca o la de Sinopharm, según el grupo que les sea asignado.
La buena noticia para el ensayo -también síntoma de la angustia- es que, al contrario de lo que a priori se podía pensar, hay una gran cantidad de personas dispuestas a ser “conejillos de Indias”, con la esperanza de encontrar una solución personal y al mismo tiempo permitir que el plan para eliminar el cuello de botella de la Sputnik funcione.
La inscripción se lanzó el viernes y hasta este domingo por la noche ya se habían anotado como potenciales voluntarios para el ensayo casi 5 mil personas, a un promedio de tres por minuto en las primeras 24 horas. Esto es, más de diez veces el número que se prevé tendrá el primer grupo que formará parte de la investigación.
“Se van a poder anotar todos los que quieran participar. Entre los inscriptos se va a elegir entre 250 y 400 para la etapa inicial, que comenzará en pocos días”, explicaron fuentes del Ministerio de Salud porteño. El arranque sería esta misma semana. El requisito para ser parte es haber recibido como primera dosis la Sputnik V hace al menos 30 días y tener más de 21 años.
Además de AstraZeneca y Sinopharm, habrá un tercer grupo “de control” que recibirá el segundo componente de la Sputnik. Y en el caso de que llegue a tiempo la vacuna de Cansino, también se habilitará un cuarto grupo para testear esa combinación.
La principal finalidad de los investigadores es determinar, por un lado, la seguridad de esta “apuesta sanitaria” y, al mismo tiempo, si la respuesta inmune con alguna de estas combinaciones genera un nivel de anticuerpos similar al que existe con el esquema completo de la Sputnik V.
Las pruebas se harán en el Hospital Muñiz, según confirmaron a Clarín fuentes oficiales. Se estima que a las cuatro semanas de aplicadas las segundas dosis se evaluarán los resultados para sacar conclusiones. La línea de largada es inminente, aunque aún no estaba definida la fecha precisa.
Una respuesta positiva con alguna de las vacunas alternativas, podría significar un gran alivio para todos aquellos que, como corresponde, esperan poder tener las dos dosis de la vacuna luego de haber recibido en primera instancia la Sputnik.
Un aviso importante para los voluntarios está en la página web de la Ciudad donde se accede al formulario de registro: “Al inscribirte en el estudio de combinación de vacunas no dejás de estar empadronado para recibir la segunda dosis de la vacuna contra el Covid-19 prevista. Si te anotaste y recibís el turno para completar tu esquema es importante que priorices tu turno y no participes del estudio”.
Se abre una esperanza
La Ciudad decidió comenzar con este ensayo a partir de las demoras que viene sufriendo el arribo del segundo componente de la vacuna rusa. Esa situación provoca, claro está, una gran signo de pregunta para los millones de personas que ya recibieron como primer pinchazo el desarrollo del Instituto Gamaleya. El experimento del Muñiz abre la esperanza de una respuesta.
La iniciativa porteña será replicada a nivel nacional, a partir de lo acordado en la reunión del Consejo Federal de Salud de la última semana. Allí se decidió realizar también ensayos similares en las provincias de Buenos Aires, San Luis y Córdoba. No obstante, el Gobierno nacional apuesta a que Rusia siga enviando las segundas dosis, aunque no se sabe en qué proporción lo hará.
“En este momento tenemos con AstraZeneca y Sinopharm los esquemas asegurados, llegaron 350.000 dosis del segundo componente de Sputnik que se están distribuyendo y tenemos la expectativa de seguir recibiendo, y generar esta evidencia -combinación de vacunas- para situaciones puntuales”, explicó la ministra Carla Vizzotti el viernes, ante una consulta de Clarín, en una rueda de prensa.
Esas situaciones puntuales, dijo la funcionaria, son “que alguien reciba una vacuna y tenga algún evento adverso y cambiar de vacuna, que alguien no sepa que vacuna recibió o que llegue a un vacunatorio y no esté la vacuna, no perder la oportunidad. Si en algún punto hay alguna de las vacunas que se atrasa tener la oportunidad de no demorar la inmunización”.
Determinar todas esas cuestiones mencionadas por Vizzotti implica un objetivo más pretencioso, y habrá que hacer otros cruces más complejos de vacunas para poder llegar a esas conclusiones. En el caso de la Ciudad, en cambio, la finalidad es más clara y precisa: ver si se puede reemplazar el segundo componente de la Sputnik V
Hasta ahora, las combinaciones vacunales en el mundo -lo que se conoce como vacunación heteróloga- están en una etapa germinal y exploratoria. En algunos países de Europa se alterna AstraZeneca con Pfizer o Moderna, a partir de estudios específicos ya realizados.
Por eso cobra gran trascendencia el experimento que ahora se abre en territorio porteño, cuyos resultados podrían convertirse no sólo en un estándar nacional en caso de ser exitoso, sino también en referencia mundial: la opción eventualmente viable para todos los países que han contratado la imprevisible vacuna rusa.
(Fuente: Clarin)