Todo comenzó cuando una pasajera encendió un cigarrillo en el baño. Se presumía que la acción, prohibida en todos los vuelos comerciales, no iba a terminar bien, pero nadie imaginaba el escándalo que armó la joven estadounidense tras ser descubierta.
Valerie Curbello ya había quebrado una ley al manipular el detector de humo del baño en el vuelo 2943 de Southwest Airlines, entre Portland y Sacramento. Con un visible desequilibrio emocional, volvió a su asiento y rompió una máscara de oxígeno, que aparece colgando en el video filmado por otro pasajero.
“¡Tengo un destino al que llegar!”, comenzó a gritar Curbello, de 24 años, con un sombrero y anteojos de sol, mientras reunía su equipaje como si fuese a descender del avión en pleno vuelo.
“Voy a matar a todos en este maldito avión. ¡Voy a matar a todos en este maldito avión!”, exclamó Curbello, de 24 años.
Según relataron otros presentes, la mujer debió ser neutralizada durante la siguiente media hora, mientras los pilotos aterrizaron en su destino, en horario programado, con los 136 pasajeros.
Al llegar, la policía esperaba en el aeropuerto a la joven y la arrestó con cargos de amenaza de muerte, con una fianza de USD 75 mil.