Señor director:

Aunque los tiempos han cambiado mucho desde el fin de la última guerra mundial, los conflictos, los recelos y la desconfianza siguen siendo una amenaza. En el programa del Foro Mundial de la Paz figuran la presentación de proyectos de seguridad, desarrollo, medio ambiente, la economía y las nuevas tecnologías. Lo que no pueden olvidar es, como decía San Juan XXIII en su encíclica, "Pacem in terris”, dirigida por primera vez a todas las personas de buena voluntad, es que la paz debe fundarse en la verdad, justicia, amor y libertad, nunca en el miedo y la carrera de armamentos. Sólo cabe esperar que los buenos deseos se abran paso, a pesar de la ausencia de la primera potencia del mundo, que prefiere ir por libre con su política de "América primero” en un mundo globalizado.