Las miradas estaban puestas en el segundo partido del Court Central del All England: Rafael Nadal (1° ATP) y Novak Djokovic (21°) chocaban en una final anticipada. Sin embargo, la sorpresa la dieron Kevin Anderson (8°) y John Isner (10°), los protagonistas de la otra semifinal de Wimbledon.
Parecía interminable. Nadal y Djokovic no podían creer lo que estaban viendo mientras esperaban su turno para salir a jugar. Anderson ganó la semifinal más larga de la historia de un Grand Slam al vencer a John Isner por 7-6 (6), 6-7 (5), 6-7 (9), 6-4 y 26-24. El partido duró seis horas y 36 minutos y le permitió al sudafricano acceder a la final.
Tan solo el quinto set tomó casi tres horas y el partido no lo decidió necesariamente el más talentoso sino el que tuvo más resto. Anderson rompió finalmente el saque de su rival y dejó preparado el terreno para la victoria luego de ganar un punto en el que cayó hacia atrás, se recuperó e hizo una devolución de zurda, cuando él es derecho.
Las estadísticas asustan pero son un reflejo también de un duelo que fue el segundo más largo de la historia del tradicional torneo londinense: 297 puntos para Anderson, 271 para Isner y 102 aces entre ambos.
Lo curioso es que Isner también fue el protagonista del otro partido. En 2010, en un choque de primer ronda, el francés Nicolas Mahut le ganó por 6–4, 3–6, 6–7 (7), 7–6 (3), 70–68 tras 11 horas, 5 minutos y 23 segundos, en un récord que parece difícil de romper.
El punto positivo para Isner será que acabó con 53 aces este partido y llegó a los 214 en el torneo, por lo que batió el récord del croata Goran Ivanisevic, de 212 aces, logrado en 2001 cuando obtuvo el título ante el australiano Patrick Rafter, convirtiéndose en el primer y único jugador que ganó el torneo como invitado especial. Anderson hizo 49 hoy y lleva 172, con un partido por delante.
Hasta este viernes, en tanto, la semifinal más larga de la historia del Grand Slam era la del sueco Stefan Edberg y el estadounidense Michael Chang, del Abierto de Estados Unidos, en 1992, de cinco horas y 26 minutos.
El triunfo de Anderson, octavo favorito en Wimbledon, es un dolor de cabeza para Juan Martín Del Potro, que podría perder el cuarto lugar del ranking si el sudafricano gana el torneo en Londres: lo superará por 60 puntos.