El juicio político que lleva adelante el Concejo Deliberante de Angaco contra el intendente José Castro ya es un papelón. El cuerpo deliberativo en pleno, constituido en Sala Acusadora, había disparado el proceso de remoción contra el jefe comunal bajo el acuerdo del presidente José Risueño, exaliado de Castro, y dos radicales. No sólo eso sino que además le había formulado cargos tras una denuncia por el uso del secadero municipal por parte de la empresa del padre del intendente, de la que el propio Castro es accionista desde mayo, según la acusación. Pero ayer los ediles decidieron derogar la resolución que abrió el juicio político y sacar una nueva, impulsada por el radicalismo, en la que establecieron que se conformará una Comisión Investigadora que en 60 días deberá analizar los elementos que hay y emitir un dictamen en contra o a favor de la destitución del jefe comunal. Ahí, el Concejo deberá definir. "Es lo que se debería haber hecho desde un principio. La situación es una payasada", resaltó Mario Pacheco, socio del intendente. Por su parte, Risueño, quien juega por la remoción, coincidió en que es un papelón y dijo que todo se debe al temor a tomar tal decisión.

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