"Acá estoy con unos amigos y con Apolo, todo bien". Con total serenidad y después de permanecer casi un día entero desaparecido, eso dijo Roberto Pelaytay (77) cuando se reencontró con sus familiares. El anciano estaba con los policías que acababan de encontrarlo en medio de un descampado, a varios kilómetros de su casa de Caucete. Y con Apolo, el perro que fue clave en el operativo porque fue el que siguió su rastro y permitió que lo hallaran. Evidentemente por el Alzehimer que sufre y su principio de demencia senil, Roberto no caía en lo que le había pasado. Por eso tampoco entendía las lágrimas de sus 3 hijos y de otros familiares que iban siguiendo de cerca el trabajo de los pesquisas.
El drama comenzó a eso de las 15 del pasado sábado, cuando el hombre sin que nadie lo viera partió caminando de su casa del Barrio Área I. Como pasaban las horas y no tenían noticias de su paradero, esa misma tarde una de sus hijas decidió pedir ayuda a la Policía. "Al no aparecer esa noche esperábamos cualquier cosa", admitió a este diario un familiar. Sin embargo, Roberto soportó la fría noche y cerca de las 10 de ayer lo hallaron deambulando entre matorrales, en inmediaciones de Oviedo y Costa Canal, en Caucete. Estaba deshidratado y con sangre en la boca (aparentemente se golpeó con algo), pero lo llevaron al hospital y constataron que su vida no corría peligro.